La mañana de este Viernes Santo, las principales calles de Tulancingo fueron escenario del Viacrucis que reunió a más de mil personas de todas las edades, ante la guianza de Monseñor Domingo Díaz Martínez que encabezó el recorrido.
En punto de las 08:00 am, el contingente partió de la Catedral Metropolitana llevando las imágenes de Jesús y su cruz de madera, además de María Doliente. Con una duración de casi tres horas, al viacrucis se sumaban los feligreses conforme avanzaba por Tulancingo.
Durante las 14 estaciones, Monseñor Domingo Díaz reflexionó sobre los matrimonios unidos por los esposos para que eviten caer en infidelidad, por el respeto y cuidado de la mujer, así como por las familias que viven en países en guerra o son víctimas de violencia.
Obispo, sacerdotes, ministros y fieles participaron activamente en el Viacrucis que siguió un esquema basado en testimonios familiares, con problemas y dificultades reales.
Durante la novena estación, pidió fomentar el perdón, que evita odio y rencor, además rechazó toda violencia contra la mujer, en especial pidió orar por las víctimas de feminicidio.
“Hay muchos feminicidios, esto quiere decir que estamos perdiendo la costumbre de respetar a la mujer (...) Pensamos que ya desaparecieron a la mujer, se acabó todo. No, no, no, el que la desapareció tiene una grande factura por pagar, pobrecito. Pobre de la gente que maltrata a la mujer”, señaló el líder religioso.
A lo largo del viacrucis, las reflexiones de Monseñor se enfocaron a la familia pues este es el Año de la Familia en la iglesia católica. El Arzobispo llamó a la reflexión a todas las familias y a pedir en oración para que “nuestro corazón se llene de amor”, señaló.
Con personas de todas las edades, se llevó a cabo en Tulancingo uno de los eventos más grandes de la Semana Santa.
Pie. Las reflexiones se enfocaron a la vida familiar / Alejandra Soto / El Sol de Tulancingo