“La falta de costumbre en la convivencia familiar, la diferencia en criterios, el encierro por la cuarentena, pueden originar fricciones en las parejas, poniendo en riesgo la relación”, dijo en entrevista vía telefónica, Edgar Nazario Jardines, titular del Centro Especializado de Atención a la Violencia Familiar (CEAVIF).
Por su parte, María Grisell Tolentino, quien se desempeña como psicóloga en el Sector Salud, comentó que las diferentes actividades que las personas realizan durante el día fuera del hogar, permiten pequeños desahogos de tensiones, por lo que las parejas no tienen constantes fricciones.
“De alguna manera el encierro, hace que se vayan conociendo nuevamente y como en toda relación, hay incompatibilidad de caracteres, ideas, objetivos, etcétera, y es lógico que se vayan a presentar pleitos y rupturas”, dijo la entrevistada.
Ambos entrevistados coincidieron en que por la situación actual, las cifras reales de problemas entre las familias, se conocerán hasta el término de la contingencia sanitaria.
Por último, en contraparte puntualizaron que también se puede prever que algunos matrimonios puedan consolidar su relación, toda vez que el trabajo los tenía distanciados.
“El poder convivir mucho más tiempo puede ser de gran ayuda para que quienes estaban distanciados por cuestiones de trabajo, se disfruten y subsanen detalles entre ellos, esto puede solidificar su vínculo de pareja”, concluyeron.