La banda tulancinguense Rockin Jacks ya se alistan para continuar su gira por ciudades de Estados Unidos a partir de agosto, dispuestos a llevar el talento de esta ciudad hasta oídos norteamericanos y ante públicos internacionales. Chicago, Denver, Detroit, entre otras, son algunas de las sedes donde ya tienen fechas confirmadas, ciudades en las que pondrán a bailar a los “vecinos del norte” y también al público mexa “del otro lado”.
Dos años bastaron para que este ensamble tulancinguense de rockabilly y rock and roll, se insertará en el panorama de la escena musical a nivel nacional. Es gracias a su particular estilo, que consiste en retomar los clásicos en español de los citados géneros para imprimirles un fresco y renovado sonido, que su música cruzó fronteras y hoy encanta los oídos y pies del público norteamericano pero también de compatriotas mexicanos en Estados Unidos.
“Somos una banda de rock con sonidos del siglo XXI”, sentencian.
En plena camaradería e interacción que da evidencia de que sus espíritus comulgan no solo al momento de hacer música, los tulancinguenses Valente, Lalito, así como Jhomba, “adoptado por Tulancingo”, contaron que este proyecto artístico surgió fortuitamente. En representación de los también integrantes Gus y Chuy (los hermanos López), los músicos coinciden en que fue la misma música y su amor por el rock and roll, los ingredientes necesarios para el surgimiento de los Rockin.
“Desde nuestro primer ensayo, en una hora, todo salió poca madre (sic), como si ya hubiéramos ensayado desde hace años”, cuenta Jhomba. Y es que los Rockin son además la unión de cinco músicos con amplia experiencia en la escena nacional, ya que entre su currículum, destaca que por separado han tocado en escenarios junto con Los Amantes de Lola, Haragán y Compañía, Mon Laferte, Generación Perdida, Tin Tops, por mencionar algunos.
Pese a que las buenas decisiones en materia musical los llevó rápidamente a escalar de los escenarios locales y nacionales hasta tarimas en destacadas ciudades de Estados Unidos, los Rockin argumentan que abrirse paso entre la escena tulancinguense sí tuvo su grado de complicación. Encontraron que a diferencia de lo que puede pensarse, no existe una armonía entre las bandas o artistas en esta ciudad.
En sus palabras, “hay muy buena música aquí, hay muchos exponentes, pero también hay mucha envidia. Hay músicos que ni conocemos y nos han tirado mala vibra en entrevistas. La música que hacemos es alegre, es bonita, es para levantar muertos y aunque queremos mucho a Tulancingo y somos cuna de Tulancingo, ya casi no tocamos aquí. Bien dice el dicho, "nadie es profeta en su tierra” y no es por ser malinchistas pero cuando hemos querido tocar aquí hay compañeros que nos han puesto el pie”.
Paradójicamente, el apoyo más grande vino de fuera, aunque eso no es razón para olvidar la ciudad que les vio nacer. Por ahora están enfocados en su gira estadounidense que emprenderán en el actual trimestre, luego vuelven a México para afinar el lanzamiento de su primer álbum: una colección de temas clásicos con más de 10 canciones que remontan a la nostalgia.
Entre ellas su más reciente lanzamiento, un tema de antaño en el que comparten micrófono con un referente icónico del rock mexicano: Luis Álvarez, fundador y líder de El Haragán y Compañía.
“Siempre a donde vamos decimos con mucho orgullo que somos de Tulancingo, de Tulancingo Hidalgo México, y la gente se pone loca. Lo hacemos con tanto amor y no por una presunción, sino que nos sentimos muy orgullosos de llevar el nombre de Tulancingo en alto”
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