De los 15 estados con casos de viruela símica o del mono confirmados por la Secretaría de Salud federal (SSa), tres limitan con Hidalgo: Veracruz con tres, Estado de México y Puebla, con dos personas cada uno, esto, luego de que el pasado dos de agosto en la entidad registraron un sospechoso.
Aunque la Ciudad de México no limita con la entidad, sin embargo, está a una distancia de 90 kilómetros y con una alta movilidad, es la que registra más casos, con 45.
Las otras son Jalisco, 22; Nuevo León, tres; Tabasco, tres; Oaxaca, dos; Quintana Roo, dos; Yucatán, dos; Baja California, uno; Baja California Sur, uno; Colima, uno; Chiapas, uno y Sinaloa, uno.
De la persona con la sintomatología detectada en la entidad solo se ha dado a conocer que viajó a Europa y posteriormente a Canadá. Aún se espera el resultado por parte del Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiología (InDRE), informó la Secretaría de Salud de Hidalgo (SSH).
En México, por no ser una enfermedad endémica, es decir, originaria del país, se transmite principalmente por contacto estrecho con una persona infectad, a través de flujos corporales, gotitas respiratorias o lesiones.
Los síntomas pueden presentarse de siete a 14 días luego de tener contacto directo con una persona infectada; inicio repentino de fiebre, más de 38 grados; agotamiento, dolores musculares, inflamación de los ganglios linfáticos, debilidad profunda y sarpullido.
En relación al sarpullido, las primeras manifestaciones, generalmente, aparecen en la cara y, posteriormente, se extienden al resto del cuerpo, como las extremidades superiores e inferiores, manos y espalda.
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De no atenderse con prontitud puede resultar en un cuadro clínico grave. De acuerdo al sector salud, la persona afectada puede sanar de dos a tres semanas en su casa, con los cuidados pertinentes y mantenerse aislado.
El sector salud exhortó a la población a reforzar las medidas de higiene de forma personal y en nuestro entorno.
Hay que lavar las manos frecuentemente con agua y jabón o utilizar gel alcohol, cubrir boca y nariz al estornudar, evitar compartir alimentos, bebidas, cubiertos, platos y artículos personales, limpiar y desinfectar lugares, así como objetos en común.