" Me aventé a vender la barbacoa yo sola, hacer todo... Y gracias a Dios, la hice", explica doña Vicky, quien lleva ya 35 años con el negocio de barbacoa y carnitas que emprendió tras separarse de su esposo. María Cresenciana Virginia Sánchez López recuerda que "empezó aquí, yo sola, ahora sí que sin ayuda de ningún hombre nada más viendo como se hacía esto, poniéndolo en práctica y lo hice". En este trabajo se debe empezar desde temprano, explica, hay que ir a cargar la leña, pencas, hornos, matar los borregos, prender el horno para tapar la barbacoa y atender el negocio.
"Así sucesivamente porque yo vendía diario... Es lo que le digo a mis muchachos para cargarlo (los animales), para destazar, para matarlo yo no sabía cómo... Sí me dio trabajo, pero el ingenio lo siguió y, a darle". afirma. Hace cincuenta años, "cuando llegué con mi suegro", el kilo de barbacoa estaba a doce pesos; cuando ella inició la venta junto a su exesposo el taco se vendía en diez luego 12, 15, 20, 25 y ahora 35 el taco, mientras que el kilo cuesta 450.
Actualmente su negocio se distingue por la sazón, la atención, y la tradición que ahora siguen sus hijos, detalla doña Vicky que los insumos siguen siendo los mismos, desde los hornos de leña que ella mandó hacer, la preparación de las tortillas; sin embargo, los tiempos han cambiando, ya solamente se trabaja sábado y domingo. Se vende de todo, afirma, "de lo que les guste se les da; cabeza, costilla, pierna, maciza, gorditas. Lo que pida el cliente... Les recomendamos o se les da pruebita , pues déme de eso un cuarto o medio kilo o para llevar". Aunque se lamenta de que las ventas ya no son las mismas básicamente porque "hay mucha competencia en la venta del mismo platillo".