De acuerdo a la religión católica, los santos son personajes que mantuvieron actos de misericordia y actuaron a semejanza de Dios, ayudando a las causas nobles y llevando una vida de santidad; en la actualidad, la iglesia católica ha reconocido al menos a 7 mil de ellos.
Entre los más populares, están San Antonio de Padua, a quien se le pide para encontrar el amor; San Benito, quien es el encargado de la protección en la vida y en la muerte; San Martín Caballero, a quien los fieles le piden suerte para sus negocios y San Judas Tadeo, patrono de las causas perdidas o casos desesperados.
Asimismo, existen otros no muy conocidos, pero sí milagrosos, como San Charbel, a quien miles de creyentes se acercan para suplicarle distintas cosas mediante listones; los cuales tienen varios significados según su tonalidad.
De igual modo, entre los más buscados, se encuentra San Francisco De Asís, quien es patrono de los animales y del medio ambiente, a quien se le ofrecen oraciones para actuar con empatía, nobleza y vivir en tranquilidad.
Por su parte, aquellos católicos que están lidiando con chismes e intrigas, se encomiendan a San Ramón Nonato, ofreciéndole un candado para acabar con esos actos, debido a que le cosieron la boca por predicar el evangelio y a quien también le piden por las embarazadas y recién nacidos, ya que vino al mundo mediante una cesárea mientras su madre ya no estaba con vida.
Además, San Cosme y Damián, los hermanos que atendían a los enfermos sin cobrar nada a cambio, son venerados por los médicos, para llevar a cabo su profesión de la mejor manera y mantener siempre humildad y ética en sus labores.