En el municipio de Cuautepec ya se habla de un nuevo proceso electoral, luego de que la Sala Regional Ciudad de México del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ratificara la anulación de la elección del pasado 2 de junio en dicho municipio, debido a la inexistencia de 36 de 74 actas electorales que avalen los resultados presentados por el Programa de Resultados Preliminares (Prep).
De acuerdo con el PREP, de los 15,301 votos computados, 6,178 fueron para el candidato de la alianza de Morena y Nueva Alianza, cuyo candidato fue Jorge Hernández Araus, con un total de 6,178 votos (40.37 por ciento del total de votos acumulados), casi el doble de su más cercano perseguidor, Benito Sánchez Pérez del Partido Verde, quien sumó 3,284 votos (21.4626 por ciento).
No obstante, quien impugnó la elección fue el candidato del PRI, Rubén Cenobio Veloz, quien se habría posicionado en el tercer lugar electoral, con 3,203 votos (20.9332 por ciento), bajo el argumento de que no hubo certeza sobre los resultados oficiales, ante la desaparición de varios paquetes electorales, los cuales, el mismo día de la elección fueron quemados y sustraídos por grupos armados, en distintas comunidades de Cuautepec.
Fue primero el Tribunal Electoral del Estado de Hidalgo (TEEH) quien ratificó dicha falta de certeza, bajo la justificación de no contar con el material físico que avale los resultados de la elección.
“El TEEH ha declaró nula la elección para la presidencia municipal de Cuautepec de Hinojosa, como resultado de los incidentes violentos que marcaron la jornada electoral de dicho 2 de junio, pues consideraron que estos hechos afectaron de manera grave el proceso electoral.
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) y su candidato impugnaron la validez otorgada inicialmente al candidato de Morena, Jorge Hernández Araus, argumentando la pérdida de 36 de los 74 paquetes electorales debido a la intervención de grupos que provocaron la destrucción en varias casillas. La jornada electoral estuvo marcada por actos de violencia que impidieron el adecuado cómputo de votos en más de la mitad de las casillas”.
De los 74 paquetes, solo se certificó la elección en 43. En 17 casillas se reconstruyó la votación, mientras que en otras 20 se detectaron irregularidades, de las cuales 12 fueron declaradas nulas.
El TEEH determinó que las violaciones al principio constitucional de certeza y legalidad fueron decisivas, al no poder validar el 41.8% de los paquetes electorales afectados en 31 casillas.
“Esta falta de certeza impide reflejar la verdadera voluntad ciudadana en condiciones de igualdad. En consecuencia, el Tribunal ha revocado la validez de la elección y ha remitido el expediente al Instituto Estatal Electoral de Hidalgo (IEEH) y al Congreso local para que se tomen las medidas correspondientes”.
Ante ello, el entonces candidato de Morena y Nueva Alianza, Jorge Hernández Araus, acudió a la Sala Regional presentando pruebas de los resultados, para solicitar que la elección fuera validada, sin embargo, sufrió un segundo revés.
Tras la resolución, Jorge Hernández anunció que acudirá a la Sala Superior del TEPJF en busca de que le dé la razón, pues consideró que se sienta un mal precedente al permitir que la violencia se apodere de una elección.
“Increíble, en menos de cinco minutos la Sala Regional sesionó nuestro caso y confirmó la nulidad de nuestra elección”.
“Con esta decisión… se sienta un precedente para nuestro estado de Hidalgo, no nada más para Cuautepec, que aquellos malos perdedores como en este caso, el candidato del PRI, Rubén Cenobio Veloz, quien dice que no tiene la certeza de que perdió… por eso impugnó”, declaró Hernández Araus, en una transimisión en vivo.
Insistió en que fue el mismo PRI, cuando ya se veía abajo en los resultados de las votaciones, que incurrió en actos vandálicos de robar y quemar urnas, de amedrentar a los representantes de casilla en las diferentes seccionales, lo derivó en la impugnación ante el Tribunal Electoral del Estado de Hidalgo (TEEH).
La inseguridad durante la jornada electoral
Fue en las comunidades de Texcaltepec, San Lorenzo Sayula, Santa María Nativitas, entre otras, donde se dieron cita grupos armados en pleno empaquetado de actas electorales por parte de funcionarios de casillas, a quienes amedrentaron para que se fueran del sitio, para después quemar y llevarse los paquetes electorales.
Pero la situación de inseguridad no fue solo el día de la jornada electoral, sino que se extendió hasta algunos días de la semana posterior, con grupos armados buscando paquetes electorales que fueron abandonados en las casillas por el temor de la gente.
Incluso, una camioneta con funcionarios del instituto electoral, que llevaban consigo paquetes electorales hacia Tulancingo, fueron interceptados por un grupo armado para quitarles todo el material junto con la camioneta, la cual encontraron momentos después en calidad de abandono, de acuerdo con el reporte de las autoridades.
Todo el material recuperado tres días después de las elecciones tuvo que ser llevado tanto a las oficinas del INE como del IEEH, custodiados por policía municipal en primera instancia, pero después intervino la Guardia Nacional e incluso el Ejército Mexicano, para recuperar el material electoral dejado en algunas instituciones educativas.
De tal forma, algunas escuelas de Cuautepec suspendieron clases los primeros tres días de la semana posteriores a la jornada electoral, debido a que aún se encontraba al interior el material electoral abandonado, por lo que optaron por no poner en riesgo a la comunidad estudiantil, ante el temor de que los grupos armados ingresaran por ellos, en pleno horario de clases.
El que ahora se hable de una nueva jornada electoral en Cuautepec, llena de preocupación a algunos sectores de la población de este municipio, muchos dudan en trabajar nuevamente como funcionarios de casilla luego de la mala experiencia que tuvieron el pasado 2 de julio.
Además, los trabajadores temporales del Instituto Nacional Electoral, manifestaron estar en desacuerdo con algunos señalamientos por parte de las autoridades electorales, quienes los hacían responsables por situaciones como el que se hayan tardado en llegar los paquetes electorales.
“En todo momento dimos la cara a pesar de lo que vivimos. Si nos llaman, muchos estamos en duda de trabajar nuevamente en otra elección, porque además no lo valoran y es mucho el riesgo que corremos, eso no lo toman a consideración, es peligroso”, manifestó Roberto, quien fue capacitador electoral.