Tras finalizar el mes del orgullo, la asociación de Servicios de Inclusión Integral y Derechos Humanos (SEIINAC), exigió acciones concretas para asegurar el acceso y libre ejercicio de derechos de todas las personas con la finalidad de que exista un trato justo y respetuoso, en especial para la comunidad sexogenérica.
Programas de formación para servidores públicos con perspectiva de género, fue una de las peticiones de los activistas, lo que permitiría asegurar un ambiente de empatía y de correcta atención en las instituciones para todas las personas de la diversidad.
Otra de las propuestas fue la creación de un sistema estatal de información sobre crímenes de odio, lo que serviría para visibilizar la violencia social y estructural, debido a que por desgracia, no se tiene un estimado de estos casos y los que salen la luz, en su mayoría quedan impunes.
Promoción de la salud integral libre de discriminación y la creación de espacios de participación para la construcción de políticas públicas, así como cupo laboral para personas con diferentes expresiones, orientaciones y preferencias sexuales, garantizaría buen trato en instituciones educativas y de salud, así como oportunidades justas de empleo, con sueldos bien remunerados y acceso al crédito para la vivienda.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en la entidad hidalguense el 5.1 por ciento de la población mayor de 15 años de edad se identifica con orientaciones e identidades pertenecientes a la comunidad LGBTTTIQ+ (Lesbianas, Gays, Bisexuales, Travestis, Transgéneros, Transexuales, Intersexuales, Queer, etcétera).
En tanto, la Encuesta Nacional sobre Diversidad Sexual y de Género (ENDISEG) 2021, refiere que el 28.7 por ciento de las personas de la diversidad de 15 años y más, han experimentado pensamientos o intentos suicidas en algún momento de su vida, por lo que de tomarse en cuenta estas propuestas en cada una de las comunidades o municipios, ayudaría a disminuir dichos porcentajes.