Con un pulmón funcionándole al 50% y el otro al 75%, y a pesar de sus enfermedades crónicas, como sobrepeso e hipertensión, Germán libró a la muerte por Covid-19, tras permanecer varios días hospitalizado, teniendo como único aliciente las cartas de su familia y el querer escapar del horror de ver la muerte de cerca.
"Se siente gacho ver morir a tus vecinos de cama, entubados. Sabes del sacrificio que hace el personal médico por salvar vidas, sin comer todo el día porque no pueden quitarse esos trajes que los obliga a sudar y no ver, y aun así son pacientes y generosos. Merecen más que un simple reconocimiento”, manifiesta.
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Germán, vecino de San Antonio, en Pachuca, supone que se contagió de Covid-19 el viernes 17 de julio, haciendo trámites en una notaría. “un señor llegó apresurado para poder subir al mismo elevador; sofocado y sin cubreboca comenzó a toser. Estuve cinco días asintomático. Mis primeros síntomas los noté el martes 21 de julio, con dolor de garganta. Al siguiente día inicié con tos seca y fiebre elevada”.
Relata a El Sol de Hidalgo que fue con su médico de cabecera y le recetó medicamento para una faringitis aguda, sin embargo, pasaron los días y comenzaron dolores de cabeza y de estómago, así como el cuerpo cortado y pérdida del olfato y del gusto.
El entrevistado se hizo la prueba rápida en los módulos públicos y salió negativo, empero, los síntomas comenzaron a ser cada vez más fuertes. Así que el lunes 27 regresó con su doctor y este lo desengaño: “tienes Covid-19”.
A partir de ese momento, Germán se aisló por completo. Altibajos en su salud y la fiebre subió a 39.7° durante 72 horas; “no bajaba ni con medicamentos, ni con baños de agua fría”.
Por ello se practicó la prueba PCR en un laboratorio particular; y en 24 horas le confirmaron el resultado positivo.
Cuenta que en el doceavo día, en la madrugada, le comenzó un dolor en el pecho, una opresión constante, y después comenzó con dificultades para respirar, por lo que decidió ir al hospital inflable, donde lo recibieron y tras un cuestionario y tomarle una placa de tórax, el diagnóstico fue: traes el pulmón derecho funcionando al 50% y el izquierdo un 75%. Así lo canalizaron a la clínica del Seguro Social.
“Sí, tuve temor. Te pasan por la cabeza muchas cosas y aunque traté de estar lo más positivo mentalmente, el miedo te consume. Me suministraron antibióticos de manera intravenosa con anticoagulantes y oxígeno. A un lado de mi cama un hombre de unos 65 a 70 años, delicado, con Covid-19 y enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión e insuficiencia renal; no aguantó más y falleció.
