Este viernes 22 de diciembre, se vislumbró uno de los fenómenos más significativos y recientemente descubierto en la Zona de Monumentos Arqueológicos de Huapalcalco, en Tulancingo. Se trató de la iluminación con los rayos del sol de la única cueva que hay en el sitio, hecho que solo sucede una vez al año.
Previo al bello espectáculo natural dentro de la cueva que llaman “Cueva del Tiempo”, porque se cree que ahí se detiene, un grupo de hombres y mujeres practicantes de la medicina ancestral realizaron diferentes rituales para honrar al padre sol y todo lo sagrado que ofrece la madre naturaleza.
Entre las actividades que desarrollaron este grupo de personas que estaban a pie de la pirámide, se realizaron diferentes danzas, cantos, agradecimientos y ofrendas para los diferentes dioses prehispánicos.
Una vez que se terminaron estos rituales y los rayos del sol comenzaron a bajar, las personas que acudieron al sitio comenzaron con la caminata entre las rocas para llegar al espacio rocoso; en el camino la vista lucía maravillosa, pues se podía observar todo el Valle de Tulancingo entre tonos dorados, anaranjados y amarillos.
Una vez en la cueva, los hermanos de medicina ancestral ofrendaron flores y semillas al padre sol, mientras ellos y la población platicaban de lo lindo que es honrar a los ancestros, los rayos del sol entraban cada vez más en los rincones más oscuros de la cueva. Durante un par de minutos la cueva se tornó de color amarillo y dorado.
El Sol de Tulancingo, durante su edición del 15 de diciembre, se informó de este fenómeno que fue descubierto por “casualidad” en el 2012 por un arqueoastrólogo, informó Alejandro Barragán.
El integrante de Niebla y Tiempo, AC encargada de realizar activismo en favor de este espacio arqueológico, dijo que, él junto con su familia y Francisco Granados, arqueoastrónomo de la Universidad de Querétaro, descubrieron “por accidente” en 2012 como es que la única cueva que hay en la zona se ilumina por completo durante la puesta del sol del solsticio de invierno.
En Huapalcalco todas las historias están relacionadas con los solsticios, tan es así que el 24 de junio, solsticio de verano, es el día del santo patrono de Tulancingo y por ende en Huapalcalco también. “Desde hace muchos años nos dimos cuenta a partir de las investigaciones que todas las leyendas suceden en los solsticios, entonces entendemos que son importantes”, explicó.
“Entonces cuando cayó el sol nos dimos cuenta que justo ese día es el único del año que entran los rayos del sol y la ilumina completamente, el resto del año está en completa oscuridad, ese es el único día del año que el sol se mete más al sur”, dijo.