La sonda espacial Solar Orbiter regresa a la Tierra para un sobrevuelo antes de comenzar su principal misión científica a fin de explorar el Sol y su conexión con el "clima espacial", para lo que debe atravesar las nubes de desechos espaciales que rodean nuestro planeta, haciendo de esta maniobra el sobrevuelo más arriesgado hasta ahora para una misión científica.
El sobrevuelo se producirá el próximo día 27, a las 4.30 GMT, cuando la nave estará en su aproximación más cercana a la Tierra, a solo 460 kilómetros sobre el norte de África y las españolas islas Canarias, casi tan cerca como la órbita de la Estación Espacial Internacional, informó la Agencia Espacial Europea (ESA).
La maniobra es esencial para disminuir la energía de la sonda y alinearla para su próximo paso cercano al Sol, aunque existe “un pequeño riesgo de colisión” con algún resto de basura, por lo que el equipo de operaciones controlará la situación de cerca y alterará su trayectoria si parece estar en peligro.
La nave debe atravesar dos regiones orbitales, cada una de las cuales está poblada de desechos espaciales. El primero es el anillo geoestacionario de satélites a 36.000 kilómetros y el segundo es la colección de órbitas terrestres bajas a unos 400 kilómetros, por lo que existe un riesgo de colisión.