Huapalcalco, sigue sin ser respetado y valorado por algunas personas que, pese a que está el letrero de “No subir: INAH”, hacen caso omiso, y entonces trepan a lo alto de la pirámide toral.
El sitio, fue ceremonial, y sede del segundo imperio Tolteca; lugar de significativos hallazgos como una punta clovis, pinturas rupestres, y dos yugos de origen Totonaca y una escultura del Dios Viejo del Fuego, cita el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH)
Hay visitantes, sobre todo los fines de semana, que, ante la falta de vigilancia del lugar por parte de custodios del Instituto Nacional de Antropología e Historia, o aprovechando que éstos se encuentran en recorridos guiados, sobre todo, por los acantilados y la Cueva del Tecolote, se suben a la pirámide, desgastándola, dijeron entrevistados.
Se observa que ya no tiene cúspide marcada, el paso del tiempo, y la falta de preservación, aunado a que hay quienes se suben a ella y han hecho que ésta, quede ya devastada.
Algunos turistas al notar estas prácticas, pidieron que se apliquen medidas estrictas y urgentes por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia, para que no se siga dañando.
“En verdad es lamentable que esté así de olvidada, no es posible que, de los pocos lugares que hay en la región luzca de esta manera”, dijo por su parte Giovani Melo.
Será en los días previos al 21 de marzo y durante éste cuando, como cada año, lleguen numerosas personas a “cargar energías”.
El exhorto, por años ha sido no subirse a la pirámide toral, sin embargo, hay quien opta por caminar por los acantilados para llegar a la Cueva, dejándola sucia. Aunque no sea primavera, es un problema constante.
Aunque no ha sido declarada oficialmente como zona arqueológica, este sitio tiene gran peso histórico, y ya hay pláticas para que el gobierno federal, la establezca como tal, se ha informado por parte de autoridades locales.
De acuerdo con el INAH este sitio presenta cinco ocupaciones diferentes; la tercera ocupación es la más representativa del sitio, ya que marca el apogeo de Huapalcalco, el cual se dio en el Epiclásico, en este periodo es muy clara la importancia del sitio por la explotación del yacimiento de obsidiana del Pizarrín y por ser un centro regional que fungía como un sitio de paso entre la Cuenca de México y la Huasteca (sierra).