La dirección de Sanidad de Tulancingo y la Comisión para la Protección Contra Riesgos Sanitarios del Estado de Hidalgo, en su delegación regional, continúan haciendo recorridos en la Expo y Feria de los Angelitos para asegurar la sanidad de los alimentos.
Las brigadas de sanidad inspeccionan la preparación y servicio de los alimentos, así como su almacenamiento pues en ambos eventos feriales, es muy común la venta de tacos, hamburguesas y pan de feria.
La carne es uno de los alimentos perecederos que más delicados son, pues necesitan un almacenaje adecuado que asegure su frescura para que no pierdan calidad, a su vez que inspeccionan también que el pan de feria no se encuentre en cajas de huevo pues podría estar infectado.
“Algunos vendedores de buñuelos que pues los tienen así destapados al aire, insisto, son terrenos donde la tierra vuela y demás (...) Otro tema es que los que manejan el pan lo traen en las cajas de huevo y esto la Copriseh nos ha dicho muchas veces que vienen muy contaminadas con excremento de las gallinas”, dijo Erika Miralrío, directora municipal de Sanidad.
Añadió que esas prácticas pudieran generar brotes o enfermedades que pondrían en riesgo no solo la salud de los tulancinguenses sino de los visitantes que acuden al municipio durante la feria.
Destacó que para evitar focos de infección y asegurar las condiciones de higiene con los preparadores de alimentos, se llevan a cabo supervisiones inesperadas por parte de ambas brigadas.
“Ellos entran en unos horarios y nosotros en otro, esto con la finalidad de que a veces los comerciantes dicen ´ya pasaron´ y se desocupan de lo que les corresponde, estamos muy pendientes de ello”, aclaró Miralrío.
Para seguir reforzando las responsabilidades de los preparadores de alimentos, Sanidad municipal y la Copriseh capacitaron a 100 comerciantes quienes deben acatar la normativa y lineamientos de inocuidad de los alimentos.
Miralrío destacó que durante la capacitación se destacó que los comerciantes deben utilizar obligatoriamente un delantal blanco, cubrebocas, limpiar y desinfectar constantemente sus instalaciones, así como los utensilios que utilizan para preparar sus alimentos.
“Coprishe les pide una vez cada seis meses la capacitación, si ellos comprueban que ya la tomaron sin ningún problema pueden estar ahí, pero si no la han tomado nosotros hacemos la capacitación (...) Viene gente de muchísimos lados y que pena que alguien se pudiera enfermar por una mala práctica”, recalcó Erika Miralrío.
Dentro de los insumos de higiene que Miralrío afirmó que los comerciantes deben tener un grifo de agua para que los consumidores se laven las manos y gel antibacterial.