Sara Lozano Paredes es instructora de Tai Chi desde hace aproximadamente quince años y, en su experiencia consideró que la práctica de esta disciplina reduce riesgo de caídas en la población de adultos mayores, problema frecuente en este grupo de la población.
La instructora consideró que las caídas son un mal frecuente, "ya ve que el adulto mayor padece mucho las caías, un pie, un brazo, una mano...el Tai Chi para todo eso nos ayuda" con la práctica mínima de una vez al día.
Agregó que la mayoría de sus alumnos son adultos mayores, "son muchísimos los jubilados, casi el 80 por ciento de alumnos; aunque las personas piensan que solo son las personas de mayor edad las toman estas clases, no es así, tuvo practicantes de la licenciatura de psicología que ahora son instructores.
Lozano Paredes recordó que en su caso está por cumplir 75 años y padece de artritis, enfermedad que no se cura, por lo que siguió la recomendación del médico internista para practicar la disciplina, "estaba muy mal, ya casi no caminaba...primero comencé como alumna y ahora soy instructora".
"La situación de mi artritis era ya bastante grave la práctica me ayudó... me sacó de mis problemas de salud" dijo y, añadió que le provoca gran alegría saber que toda la gente que llega a hacer tomar sus clases se pueda sentir bien.
Consideró que los beneficios son muchos regula la presión, ayuda a controlar la diabetes, mejora los problemas de circulación y de dolor articular, pero también aporta beneficios psicológicos como regular el carácter, mejora la calidad de sueño y el humor, tanto como mejorar la apariencia de la piel.
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"Lo más recomendable es invitar a la gente a que haga Tai Chi porque es salud en movimiento y nos da longevidad la práctica... muchos de mis alumnos han cambiado su vida", señaló.