Es productor de chocolate en Tenango de Doria, su proceso de fabricación del dulce tradicional es muy peculiar.
Originario de la zona indígena de aquel municipio, Iván Flores Barranco ha puesto empeño en la creación de un chocolate a base de piloncillo natural, el cual, combinado con cacao, crea un delicioso dulce, útil para la elaboración de atole, agua, dulces, tamales o galletas.
Como parte importante del proceso, añade, está el tostado del caco, seguido de la molienda del piloncillo hasta quedar en polvo para ponerla hervir y quedar nuevamente líquida; el cacao igualmente es molido hasta quedar un polvo fino para que sea revuelto con la panela.
Estando hirviendo, narra Iván, es cuando se realiza el proceso de crear distintas figuras, que le dan atractivo a las piezas de chocolate.
“Todos los demás productores hacen la tradicional panela de sabores pero nadie hace el chocolate con este proceso laborioso como yo y menos con chocolate. El término es muy cansado, pero cuando tú lo pruebas, el chocolate es único”, comenta el productor.
Desde hace dos años, Iván experimentó para poder crear un chocolate que él considera único por su consistencia, sabor y proceso de producción.
“Se batalla, a veces mucha gente prefiere los otros chocolates más comerciales, pero este es un producto artesanal que si lo comparas con el de la tienda, es mejor y tiene el mismo peso, pero aquellos los hacen en molde”, dice el productor de chocolate.
Muchas personas ya lo buscan y adquieren el chocolate de Tenango para hacer mole y agua de sabor, aunque, igual puede ser consumida como golosina, con la salvedad de que no tiene químicos ni conservadores.