CRUZ AZUL, HGO.-Hasta ayer por la tarde, hubo tensa tranquilidad en esta Ciudad Cooperativa Cruz Azul luego de que durante la madrugada del pasado sábado, un convoy de por lo menos siete camionetas, una de la Guardia Nacional y las otras unidades aparentemente particulares, llegaron al domicilio del gerente de la planta de la cementera Cruz Azul, Ramsés Dolores, y los elementos policiales presuntamente ingresaron a la fuerza rompiendo puertas y destrozando todo lo que había en el interior.
Esto derivó en cuatro elementos retenidos, tres de la Guardia Nacional y uno de la Fiscalía de la Ciudad de México, que fue el saldo de un posible enfrentamiento entre policías y cooperativistas.
“Estamos como siempre al pendiente de cualquier posible sorpresa y por ahora está tranquilo el ambiente aquí en esta ciudad tras los disturbios ocurridos el fin de semana y se reforzó la vigilancia en la cementera” indicó al respecto, ayer, un trabajador de la fábrica que prefirió omitir su identidad por temor a represalias.
Como se recordará, durante la madrugada un convoy conformado por varias camionetas arribaron al domicilio de Ramsés Dolores, quien es gerente de planta de la cementera Cruz Azul, en Tula Hidalgo.
La vivienda localizada en la calle Francisco I Madero de la colonia La Guitarra, ahí los elementos policiacos supuestamente ingresaron a la fuerza, rompiendo puertas y destrozando todo lo que había al interior.
“Como que estaban buscando algo, abrieron los cajones de los muebles, voltearon los colchones y hasta los televisores quitaron”, señaló Javier Anaya, uno de los trabajadores de la planta, quien llegó al domicilio a auxiliar a su compañero.
Aparentemente, los elementos no mostraron ninguna orden de cateo, por lo que vecinos y trabajadores de la planta los confrontaron y al exterior del domicilio se escucharon detonaciones de armas de fuego, la patrulla de la Guardia Nacional fue retenida y posteriormente los enardecidos pobladores le prendieron fuego.
Tres elementos de la Guardia Nacional fueron golpeados y retenidos por la multitud, los cuales los trasladaron a la puerta 1 de la planta cementera en donde los entregaron a la policía estatal.
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Más tarde, un elemento de la Fiscalía, también fue retenido y entregado a elementos de la policía del estado de Hidalgo.
Los cuatro asegurados fueron ingresados a un hospital para su revisión médica y posteriormente llevados a la Procuraduría General de Justicia de Hidalgo (PGJH) para deslindar presunta responsabilidad.
Ramsés Dolores se encontraba con su familia al interior de su casa cuando se registraron los hechos.
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