El alcance que ha obtenido Yaneli Cabrera en distintas plataformas es gracias a la particularidad de su contenido. Pese a que es fashion blogger como muchas personas, ella encontró la forma de destacarse sobre el resto, al menos de la mayoría: va a los tianguis de Tulancingo a buscar entre las pacas desbordantes de Echavarri, o bien, en los largos pasillos del “PCT”, prendas que a su gusto y conocimiento sobre moda merecen una segunda oportunidad.
Ya sea pantalones, vestidos, sacos, abrigos, blusas, incluso bolsas, la tarea de Yaneli consiste en llegar temprano a los tianguis para excavar en las abundantes montañas de paca. Así, adquiere cosas que van desde 5 o 10 pesos, hasta 50, 80 o hasta 100; sorprendentemente, hay prendas que luego de su rescate y consulta de precio por internet, rondan desde los 500 y mil pesos, incluso más.
Dior y hasta Gucci, los tesoros de los tianguis
Con ellas, ensambla outfits que no se atienden a un estilo en particular. Más bien, logra combinaciones que se acomodan entre las variantes de la moda posmoderna: el aesthetic, el coquette, entre otros. Aunque tampoco limita su visión a lo que particularmente caracteriza a estas nuevas corrientes, ya que también crea estilos con todo tipo de vestimenta.
Luego, a través de sus redes sociales, comparte los resultados mientras cuenta la historia del dónde, el cómo y el cuánto sobre el hallazgo de tales piezas. En su andar por los tianguis, hasta se ha topado con prendas de marcas reconocidas como Alexander McQueen, Dior, incluso Gucci.
Lo mío son los tianguis. Muchas personas me critican porque dicen que no tengo dinero y por eso voy al tianguis, pero la verdad es que hay muchas prendas que salen y podemos darles otra oportunidad. Además, nos vuelve más conscientes para ahorrar (...) hay mucha gente que hace contenido de moda con ropa de tiendas, lo mío es diferente
Su gusto por la moda, recuerda, empezó en la infancia. Siempre fue aficionada a vestir a sus muñecas con diferentes atuendos, lo que le permitió experimentar con colores, texturas, estilos y accesorios.
Creadora de contenido de Tulancingo
Originaria de Tulancingo, amante de esta ciudad, así como de la moda, Yaneli es una de las pocas personas creadoras de contenido para internet que hay en estas tierras. Su éxito en las redes sociales es tal, que en TikTok alcanzó ya la cifra de casi 120 mil seguidores, aunque como ella dice, su principal plataforma es Facebook, donde muy seguramente llegará a los 250 mil seguidores en las siguientes semanas.
Acompañada de su hermana, Yara Cabrera, quien además es su maquillista y camarógrafa, Yaneli cuenta que su aventura por las redes sociales comenzó aproximadamente en 2019. Sin embargo, tuvo su mayor auge en la temporada 2020-2021, donde comenzó a crecer aceleradamente. Sin embargo, reconoce que no siempre el trayecto fue sencillo.
Hubo un momento en que sentí que ya no crecía, comencé a sentirme estresada porque todo el tiempo pensaba en qué contenido hacer, qué video grabar, no quería estancarme. Mis números se detuvieron un poco, pero después me di cuenta que no estaba en carreras con nadie, que debía tener mi poco ritmo
Sin embargo, tras unos días de reflexión, cayó en cuenta de que debía mantenerse fiel a sí misma y llevar su propio ritmo. Fue a partir de ese momento que comenzaron a aparecer en los tianguis algunas de las prendas que despegaron su proyecto. Actualmente, Yaneli menciona que está dispuesta a seguir con este modo de vida por un largo tiempo, pues cabe mencionar que logró la relevancia suficiente para monetizar y asegurar que “se puede vivir de esto”.
Finalmente, la influencer refiere que la moda no debe reservarse para aquellas personas que únicamente compran en tiendas de centros comerciales o en plataformas digitales:
Mucha gente crítica a los que compran en el tianguis, pero la verdad es que salen cosas muy chidas (sic), es cosa de buscarle (...) lo importante es probar, ser tú mismo, ser auténtico. La moda es para todos, no importa tu tipo de cuerpo, tú encuentras un estilo, ve inspiraciones en internet, siempre hay algo que nos queda