¿Tomas el pulque en tornillo, chivato o en vulgar vaso?

A lo largo de su historia, este líquido de las verdes matas se despacha con medidas tan variadas como sus nombres ocurrentes

Armando Lorenzo

  · sábado 11 de marzo de 2023

Algunas pulquerías de Pachuca lo sirven en  jarro. / Foto: Blanca E. Gutiérrez

Para beber pulque, tlapehue, tlachicotón, baba de oso o como quieras llamarle, hay medidas de diverso material que van desde dos litros como el “camión” o la “maceta” (que parece cesto), hasta los vasos de “prueba” o “probadita” de un quinto de litro, o en jarro de barro, sin olvidar los más naturales como las jícaras, que van de un cuarto de litro al litro, o la xoma que requiere de experiencia para no derramar este elixir de los dioses.

El nombre que le dieron a los vasos son ocurrentes, como el “tornillo”, en su medida de litro y medio litro; la “tripa” de medio litro, que es alta y delgada; la “cacaricita” de medio litro, que es una especie de jarra con protuberancias leves en la mayoría de su superficie y hasta antes de su borde.

En tanto, la “reyna”, que no por su nombre es de mayor capacidad, pues llega a litro y medio, podría ser una jarra con borde un poco más extendido que sus superficie; el “chivo”, que es una especie de jarro cervecero, pero con una cara de este animal con que se hace birria; y la “catrina”, que es otra jarra pero sin tanto detalle y mucho copete, pero de a litro.

El material para estas medidas es diverso, pues pueden ser de barro, vidrio, porcelana o, ya más natural, hechas con jícara, así como una xoma.

Esta última es una parte del brazo de maguey cortado en exágono largo, cuyos extremos se toma con las palmas de las manos, apretando su base con los pulgares y el índice, y doblando hacia el centro levemente para hacer una especie de cucharón… ¡y cuidado!, que en el intento se te puede derramar esta delicia de la que popularmente se dice: “agua de las verdes matas, tú me tumbas, tú me matas, tú me haces andar de gatas”.