Las tortillerías piratas y a mano son una de las principales problemáticas que enfrentan los negocios establecidos, lamentó Adolfo Leyva Islas, vicepresidente de la Unión de Tortillerías en Tulancingo.
“Lo que es tortillas de comal, piratas y las que se venden en tiendas realmente es lo que nos afecta demasiado a las tortillerías establecidas”, compartió. Acusó que las tortillerías “pirata” en su mayoría no pagan Hacienda, licencias de funcionamiento, servicio de energía eléctrica incluso agua, por lo tanto, tienen margen para dar más barato.
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Refirió que este tipo de establecimiento distribuyen el producto a las tiendas, lo que representa una competencia desleal.
“Las de comal es lo mismo hay una epidemia, por dónde quiera hay, en una calle hay hasta dos o tres de este tipo, también muchas no pagan luz y agua o la pagan como domiciliaria, lo que es muy poco”, destacó.
Subrayó que los establecimientos piratas muchos se encuentran en la clandestinidad, por lo tanto, las autoridades sanitarias no hacen visitas de verificación y tampoco el ayuntamiento.
Ante este contexto, mencionó que las ventas en mostrador han disminuido drásticamente, entre un 40 y 50 por ciento, lo que ha generado que muchas hayan bajado la cortina.
“La gente antes iba a la tortillería y compraba en mostrador, hasta se hacían filas, ahora ya casi no, muchos clientes prefieren la comodidad y las compran en la tienda o hasta la puerta de su casa”, lamentó el vicepresidente.
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