Cada 24 de julio la iglesia católica celebra a San Charbel Makhlouf, un sacerdote libanés al que los feligreses le dejan peticiones por escrito en cintas de colores, por lo que recordó que esta peculiar tradición dio inicio en México y recalcó que no se debe caer en supersticiones, solo pedir con fe y devoción sin importar el color de listón.
Así surgió la tradición de los listones de San Charbel
Esta práctica surgió hace más de veinte años, cuando una mujer acudió en busca de un milagro a la Catedral Maronita de Nuestra Señora de Balvanera, localizada en la esquina de las calles Correo Mayor y República de Uruguay en el Centro Histórico de la Ciudad de México; de acuerdo a información difundida por la revista Desde la Fe, la creyente ya había solicitado con anterioridad ayuda de todos los santos que encontró en el recinto religioso.
Por lo que desesperada, ya cuando iba de salida, vio la figurilla de San Charbel y aunque no le era familiar, se acercó a él y le pidió con fe que intercediera en su problema diciéndole que le dejaría anotado su petición en un trozo de papel con la finalidad de que no se le olvidara su encargo; al no encontrar, le dejó el escrito en un listón que encontró en su bolso y los sujetó en la imagen.
A los tres días, regresó cuando su problema se había resuelto, preguntó el nombre del santo y buscó la manera de agradecerle no solo con palabras, por lo que el eclesiástico de la Catedral le recomendó hacerlo con otro listón, situación que fue adoptada a los pocos días por otros feligreses y posteriormente se convirtió en una tradición que se extendió a otras parroquias de la ciudad, de los estados e incluso en el extranjero.
Fieles católicos dan significado distinto a cada color
A lo largo de los años, los fieles católicos han dado un significado distinto a cada uno de los colores, creyendo que el rojo es para el amor, el verde para la salud, el amarillo para el dinero, etcétera, sin embargo, la iglesia ha reiterado en diversas ocasiones que este tipo de prácticas son solo supersticiones, por lo que recomendó alejarse de ellas y hacer sus peticiones con cualquier color de listón, siempre y cuando se hagan con fe.