Al salir de un partido político, la mujer escuchó agresiones verbales dirigidas contra su identidad de género “ahora, sí te cargó la chingada, pinche puto”; “te voy a matar, pinche puto”, además que le iban a explotar sus “chichis falsas” (sic), acto seguido sintió un jalón en su bolso, teniéndola de frente, el sujeto la golpeó con un objeto con el que le cortó el rostro.

Acto seguido, dicho individuo la golpeó nuevamente; dos sujetos se sumaron a la agresión y entre los tres le proferían ofensas y golpes. El imputado – a decir del testimonio de la víctima – sacó una navaja que en varias ocasiones y sin éxito intentó clavar en su cuerpo.

Hasta que una mujer gritó: ¡Déjenla, no sean cobardes!; y otra más advirtió que había llamado a la policía. Ante la advertencia, los perpetradores expresaron “Ya valió madres!” y emprendieron la huída, no sin antes golpear a la víctima con una silla que estaba fuera de un local comercial.

De los hechos ocurridos el 11 de abril de 2020, uno de los agresores fue detenido por personas que atestiguaron los hechos y fue entregado a la Policía Municipal, es precisamente quien enfrentó el juicio por el delito de tentativa de homicidio.

Tras los golpes, la víctima fue diagnosticada con traumatismo craneoencefálico grado uno, trauma cráneofacial con herida frontal suturada, esguince cervical y dorsolumbar, ambos de grado dos; contusión de muñeca izquierda, contusión simple de pelvis, de rodilla derecha y de tobillos, y la ruptura de un implante mamario izquierdo.

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Sin embargo, el Tribunal de Enjuiciamiento del primer circuito judicial en el estado de Hidalgo, integrado por Celsa Aguilar Flores, en su carácter de jueza presidenta; Jesús Anim Ope Islas, como juez tercero integrante, y Noé Hernández Rivera, juez relator, consideraron que el delito no quedó acreditado con las pruebas que presentó el agente del Ministerio Público.