Como hemos referido anteriormente, el pasado textil de Tulancingo se originó casi desde que surgieron los primeros asentamientos humanos en este valle, pues hay registros históricos de que esta industria surge desde el tiempo del imperio de Tenochtitlán, previo a la llegada de los conquistadores españoles. De acuerdo con la cronista municipal, Lorenia Lira, desde la época prehispánica de nuestra nación, el asentamiento humano “detrás del tule” ya era famoso por la producción de tejidos de algodón, provenientes de las sierras que hoy se conocen como Huehuetla y Tenango.
“De acuerdo a la lámina 10 de tributos, sólo para cumplir con su obligación tributaria se aportaban cada año, entre otros bienes, sesenta fardos de mantas. Esta actividad textil no sólo se mantuvo viva para satisfacer las necesidades propias de la población indígena después de la Conquista del Imperio Tenochca, sino que fue alentada por una variable inexistente hasta mediados del siglo XVI: la demanda de prendas por parte de los trabajadores de las minas de la región de Real del Monte- Pachuca”, señala la historiadora.
Con la llegada de los españoles, pese a los procesos de deconstrucción social y evangelización, uno de los rasgos que se mantuvo fue precisamente el de la industria textil, por lo que entrada la segunda mitad del siglo XVI recibió un importante impulso gracias a la industrialización.
“Aquí se hacían telas y tejidos como paños, casimires, cobijas, tilmas, mantas, estambres, suéteres, chales y bufandas entre otros”, menciona Lira. De entre las fábricas que se fundaron en aquella época, una de las más conocidas por los tulancinguenses es la Fábrica San Luis, que abrió en 1881. Se ubica en el centro de la ciudad, frente al paradero de transporte público conocido como “Los Pastes".
También existían en esos años La Concha, La Aurora, Telas y estambres San Miguel, El Progreso, Santo Tomás, Los Ángeles, Colomer, Sweaters California, Sweaters Ahued, Nueva Tex, Turax Hidalgo, Sweaters Márquez, Santa Isabel, todas ellas en Tulancingo.
Mientras que Cuautepec contó con Estambres Moreda, La Trinidad, La Esperanza, Hilados Cuautepec, Hilados y tejidos San Antonio; finalmente, en Santiago Tulantepec se alzaron las textileras Santiago S.A., Hilaturas Tulantepec, Suéteres Lira, Talleres y troquelados León, esta última mantenía relación con el gremio pese a no ser meramente textil.
“Evidentemente existían más fábricas, pero es probable que no pertenecieran a alguna asociación patronal o sindical y por ello no se incluyeron en la lista”