La sequía ya le pega a los cultivos de forraje en Tulancingo, pues según informó la Dirección de Campo del municipio, campos de siembra de alfalfa así como praderas mixtas, no cuentan con la hidratación suficiente para su cabal crecimiento.
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Lo anterior lo determinaron tras recorridos de inspección por distintas zonas de cultivo. En ese sentido, la dependencia gubernamental señaló que la causa es que hay niveles mínimos de hídrico en las presas, manantiales y jagüeyes que abastecen a dichas tierras.
Esto ocurre así también en tierras que se riegan con aguas residuales, específicamente en los ejidos de Laguna del Cerrito, Santa María Asunción, Santa Ana Hueytlalpan y Cebolletas. Aunque lo que se produce aquí es únicamente para alimentación de ganado, no hay suficiente líquido para la dosificación.
Así las cosas, la dirección agropecuaria mencionó que los sistemas de riego están operando a su máxima capacidad, aunque por los niveles limitados del vital líquido la rotación del tandeo también se prolonga.
“Los riegos con agua negra y de manantial cuentan con mínimos volúmenes, provocando la disminución en toneladas por hectárea de forraje y, por tanto, el costo de producción se incrementa significativamente al tener que regar en periodos más cortos”, mencionaron.
Aunado a esta problemática, en las tierras de temporal ni siquiera se sembró este año, por lo que en sitios como Acatlán (municipio aledaño), será el segundo año consecutivo en que no hay ganancias de los cultivos de esta índole por la falta de lluvia.
En este municipio, las pérdidas provocaron pérdidas millonarias para los campesinos que invirtieron en la siembra de maíz. En números preliminares, autoridades municipales estimaron el año anterior que dos mil productores perdieron hasta 90 millones de pesos en conjunto por tal situación.