Tulancingueñas, otro platillo emblema

Aunque no se conoce a ciencia exacta la historia de este platillo, en todo el territorio hidalguense se conoce su origen 

Alejandra Soto

  · miércoles 13 de diciembre de 2023

El 16 de noviembre del 2010, la gastronomía mexicana incluida la gastronomía hidalguense, fue reconocida como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. / Eduardo Islas

Tulancingo se caracteriza y destaca entre el resto de los municipios hidalguenses por sus platillos típicos de excelente sabor y precio accesible. Sin duda, el premio de la corona se lo lleva los guajolotes, platillo que le otorgó al municipio la distinción de Pueblo con Sabor, pero esta ocasión hablaremos de otro platillo: las tulancingueñas.

Aunque nadie sabe a ciencia cierta el origen o historia de este platillo que se replica en otras partes del estado, pero con el entendido que es de origen Tulancinguense, lo cierto es que es parte de la gastronomía de este bello municipio.

Cuenta la leyenda, que este platillo surge desde los años 80, cuando el guajolote ya era muy conocido y era bastante común encontrar puestos de estos alimentos sobre cualquier calle, las mujeres comenzaron a ofrecer esta delicia que preparaban con lo que les quedaba de alimentos y lo comenzaron a llamar tulancingueñas.

Las tulancingueñas son las clásicas enchiladitas fritas cubiertas de salsa verde de tomate y las rojas de jitomate, chile, queso amarillo y oaxaca, jamón, cebolla, aguacate y si lo prefieren se le coloca lechuga finamente picada y crema.

Anteriormente eran toda una tradición pues las preparaban en las puertas de algunas casas por la tarde noche, las tortillas las freían en el comal con un poco de manteca junto a los molotes de papa, actualmente se pueden encontrar en cualquier establecimiento de comida, ya sea restaurante o cocina económica.

La gastronomía de Hidalgo es el resultado del mestizaje de elementos indígenas y españoles producto de la historia del país y de los sucesos particulares de la región. La base de esta cocina sin duda es la la milpa, en donde se siembra el maíz, el frijol, el chile y la calabaza, pero particularmente en casi todo el territorio hidalguense los productos derivados del maguey, el cual con sus metepantles sirve de lindero entre las milpas, los que se combinan para producir una gran cantidad de platillos.