Hay un refrán que dice al nopal sólo lo van a ver cuando tiene tunas y la temporada de este fruto del monte comenzó en el Valle del Mezquital, región semidesértica donde las cactáceas ya dan frutos, informó Reyes Guerrero Trejo, cortador de tunas de la comunidad de El Calvario, municipio de Tasquillo.
En México según datos oficiales, hay una diversidad genética de tunas, lo que brinda un sabor y color especial, como se sabe los hay tonalidades: verdes, blancas, rojas, amarillas o moradas.
Las variedades más comunes son las tunas dulces: opuntia albicarpa o tuna blanca, opuntia robusta o tuna morada, opuntia streptacantha o tuna rojiza, y las tunas agrias: el xoconostle que es una tuna con la que se prepara salsa o acompaña con frijoles o pico de gallo, entre otros guisos.
Las tunas dulces se cortan y se venden peladas en bolsas de plástico acompañada de limón y chilito piquín, o bien solas, además con esta fruta se preparan aguas dulces que se comercializan en las plazas, públicas, tianguis o mercados.
Ambas nopales crecen en los cerros, ejidos y llanos, donde las precipitaciones pluviales son escasas, aún así estas plantas rodeadas de espinas producen frutas comestibles.
Los tunas se comercializan en cajas al mayoreo o al menudeo, en la actividad que se conoce de manera local como “Ranchear”, que es caminar por las plazas y ofrecer los productos casa por casa.
La tuna es la única fruta que aparece en el escudo nacional, en la bandera de México, así como en las monedas de circulación; donde se observa al águila devorando una serpiente parada sobre un nopal con tunas.
Las tunas contienen gran cantidad de fibra, es baja en colesterol, por lo que según la página oficial del gobierno federal es una alternativa natural para disminuir los niveles de colesterol y triglicéridos, además reduce la producción de ácido gástrico y alivia el malestar producido por úlcera, así como ayuda a estabilizar y regular el nivel de azúcar en la sangre.