El columpio más alto de Hidalgo y quizás de Méxic o se encuentra en Huasca de Ocampo y es parte del Geoparque Comarca Minera . La sensación de columpiarse a cientos de metros de altura es inigualable, pero el miedo y la adrenalina invaden hasta el más valiente.
Juan Alvarado, representante del equipo de trabajo de la Sociedad de Solidaridad Social de Peña del Aire, espacio turístico que alberga este columpio, informó en entrevista para El Sol de Tulancingo que este mecedor alcanza una altura de hasta 150 metros.
Es el columpio más alto de todo el estado, cuando estás en el aire hay una profundidad de hasta 150 metros, pero la barranca es mucho más grande, es de mil 200 metros de profundidad.
Además de este columpio que te llena de adrenalina el cuerpo, en el sitio hay algunas actividades extremas como lo es la tirolesa, mini tirolesa para niños, rapel, reto de altura y su última adquisición: la tracción-bicicleta.
“La idea de los deportes extremos surgió por la intención de explorar las alturas y los acantilados del cañón, lo primero que se construyó fue la tirolesa. Todos los juegos los hacemos nosotros, pero siempre con asesoría y ayuda de ingenieros o arquitectos expertos en el tema, también somos los que les damos mantenimiento”, detalló.
Además de la asesoría de los profesionales, reciba constantemente capacitaciones y supervisiónes por Protección Civil del estado, municipio y las certificaciones de las empresas donde compran lo necesario para los juegos extremos. Hasta el momento, a 17 años de funcionar como centro ecoturístico no han tenido ningún incidente en alguna de estas actividades.
El atractivo turístico de Peña del Aire en Huasca
Perteneciente al Primer Pueblo Mágico de México, este asombroso sitio r recibe su nombre porque a la vista, parece que es solamente una piedra que está suspendida sobre el aire, fundada en el año 2007, con el acompañamiento de la Procuraduría Agraria y el Ejido San. . Sebastián. . , sitio donde se ubican estos miradores naturales en sus mil 200 metros de profundidad.
Según se cuenta, esta peña se resistió a ceder a la barranca cuando la profunda cañada pasó de ser fondo de mar a paulatinamente convertirse en el también llamado Mirador El León.
El objetivo de su creación fue cuidar y conservar este enorme patrimonio que está al filo del cañón de la barranca de Metztitlán por lo que forma parte de la Biosfera del mismo nombre y la Comarca Minera, ambas declaradas por la Unesco. “A los locatarios se nos hizo fácil establecer algunos miradores y mejorar los caminos”.
El representante de esta sociedad, explicó que a este inmenso sitio han llegado diferentes expertos en geología, mismos que aseguran que hace 250 millones de años era un fondo marino. El 5 de mayo del 2017 la Unesco lo declaró como uno de los 31 geositios de la comarca minera.
Con una caída de casi mil 200 metros de profundidad y con una altitud de mil 900 metros sobre el nivel del mar, este mirador se embellece porque es hogar de un río que corre en el fondo del abismo.
Este cuerpo de agua que en la actualidad abastece del líquido vital a pobladores y árboles frutales que crecen a la redonda, es el heredero de aquel océano prehistórico. De hecho, en algunas rocas aledañas se han encontrado fósiles de animales marinos.
Aquí crecen múltiples tipos de cactáceas, además de que es hábitat natural de zorros, zopilotes, lagartijas y hasta pumas . Dadas sus características montañosas, pero también boscosas, es un espacio idóneo para los amantes del senderismo, pues además presenta circulaciones de aire placenteras e incluso favorables para la relajación o desconecte del ajetreo citadino.
Asimismo, posee una tirolesa que atraviesa parte de la cañada, ofreciendo así una de las más impresionantes vistas que pueden apreciarse en Hidalgo.
Sin embargo, si solo tienes planeado ir en un domingo a disfrutar con la familia, Peña del Aire ofrece las mejores vistas de los cañones hidalguenses en cada uno de los trece miradores que alberga , además, hay un camino especial para bajar al cañón en donde los lugareños ofrecen artesanías, alimentos típicos y hasta los clásicos “recuerditos”.