Luego de que la Cámara de Senadores aprobó la reforma a la Ley de Husos Horarios en México que termina con los cambios estacionales, la madrugada de hoy se atrasará el reloj una hora por última vez en el país.
Después de 26 años de cambios de horario que consistieron en atrasar una hora en otoño y adelantar otra en primavera con el propósito de reducir el consumo de energía de eléctrica, el titular del Poder Ejecutivo propuso terminar con dicha medida.
A favor de la reforma del ejecutivo se argumentó que el horario estacional tiene efectos adversos en el sistema nervioso que generan somnolencia, irritabilidad, problemas de concentración y memoria, así como digestivos y hasta la disminución del apetito en el transcurso del día.
El Horario de Verano se instauró durante el sexenio de Ernesto Zedillo Ponce de León en el año de 1996 y con Jesús Reyes Heroles como titular de la Secretaría de Energía, para reducir el consumo de energía eléctrica.
Conforme al decreto presidencial, las autoridades mexicanas de aquel entonces consideraron que "el llamado horario de verano es una medida que se aplica durante el período de mayor insolación durante el año y consiste en adelantar una hora el horario local al inicio de dicho período, y retrocederlo, también una hora, una vez transcurrido el período citado".
Así tendría como propósito disminuir la demanda de energía eléctrica en el país y, reducir el consumo de combustibles utilizado para su generación, lo que también contribuiría a la disminuir la emisión de contaminantes. Al tiempo que el gobierno federal abatiría costos de producción y protegería el ingreso familiar fomentando un menor uso de la enrgía eléctrica.
El decreto de inicio de 1996 consideró que el Horario de Verano fomentaría que la sociedad en su conjunto realizara un mayor número de actividades a la luz del día, "lo que puede reanudar en mayores condiciones de seguridad pública".
