“Las mujeres necesitamos oportunidades de desarrollo y que en la nueva Ley de Ciencia y Tecnología no solo esté el desdoblamiento del lenguaje-las investigadoras y los investigadores- necesitamos acciones concretas para que las chicas puedan estudiar, ser mamás y disfrutar de la vida”.
Así lo destaca Julieta Fierro Gossman, ganadora del Premio Kalinga, considerado el Nobel de la divulgación científica, en ocasión del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, que se celebra el 11 de febrero, quien junto con otras investigadoras hablan sobre los retos sociales y estructurales que frenan la participación de niñas y adolescentes en esta disciplina.
Para ser científica hay que hacer una licenciatura, posgrado, publicar y si las mujeres quieren tejer hijos se les debe ayudar, por ejemplo con guarderías cerca de los institutos de trabajo o con servicios próximos a los centros de investigación, estima la especialista del Instituto de Astronomía de la UNAM.
Por su parte, la experta del Instituto de Ingeniería, unidad académica SISAL, de la UNAM, Ruth Cerezo Mota, asegura que tradicionalmente se desmotiva a las menores de edad a cursar carreras científicas porque se considera que su rol es estar en casa y cuidar de los hijos; al contrario, se les debe encauzar a lograr sus sueños.
Valeria Souza Saldívar, experta del Instituto de Ecología, expresó: “Empoderar alas niñas hoy es darles las herramientas para tomar mejores decisiones de vida el día de mañana, y transmitirles a sus hijas esa sensación maravillosa de que todo es posible si te empeñas en lograrlo. Hoy más que nunca se necesitan niñas científicas que tomen control de su futuro y enseñen a todos a que la ciencia, no el pensamiento mágico, es lo que puede salvar al mundo”.
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Mariana Benítez Keinrad, del Laboratorio Nacional de Ciencias de la Sostenibilidad, enfatiza que el trabajo que se requiere va más allá de decirle “sí puedes”, porque se necesita generar las condiciones.