La cosecha de maíz comenzó en el Valle del Mezquital después de una temporada donde los campos agrícolas fueron azotados por una severa sequía y una temporada de granizo, lo que afectó el crecimiento y desarrollo de este grano, alimento principal en los hogares de México.
Campesinos reportaron que las mazorcas tienen poco peso, y los granos están secos, situación provocada por la poca agua que tuvieron en los meses de julio y junio, cuando comenzaron a espigar.
Los maizales en la mayoría de los campos de cosecha, ya se tornaron color marrón, señal de que están listos para comenzar el proceso de deshidratación, el cual inicia con el segado del zacate, posteriormente se deja a la intemperie para que alcance una desecación que permita su almacenamiento.
Esto se realiza en bodegas o techos de los hogares donde el maíz es extendido en camas para después, ser desgranado y vendido por cuartillos o kilogramos en las tiendas o tortillerías.
Cuando existen condiciones adecuadas para el desarrollo de los maíces se alcanza una producción de más de 15 toneladas por hectárea, incluso hay predios donde se han cosechado hasta 18 toneladas.
Sin embargo, en el actual ciclo agrícola por cada hectárea se lograron cosechar entre ocho y 10 toneladas máximo por hectárea, informaron los agricultores, quienes se mostraron preocupados por la falta de garantías y condiciones que favorezcan el campo del Valle del Mezquital.
Según datos de la mesa directiva del Canal Xochitlán, la sequía será mayor en el siguiente ciclo agrícola, en el año 2024, ya que en años pasados en el mes de septiembre las presas Requena y Endhó presentaban niveles del cien por ciento lo que aseguraba el agua para fines agrícolas del siguiente ciclo.
Sin embargo en el periodo actual ambos espejos de agua, según la Comisión Nacional del Agua (Conagua) reportan un llenado del 25.7 por ciento en el caso de Requena, y 63.4 por ciento, con Endhó.