Por lo menos diez parroquias fueron objeto de robo en los últimos cuatro meses, reveló Domingo Díaz Martínez, arzobispo de la Arquidiócesis de Tulancingo.

Monseñor lamentó que, ante la creciente ola de inseguridad que se ha desatado en el país y en el estado, algunos templos han sido asaltados por delincuentes.

“Sabemos que hay delincuencia y necesidad, a la gente a veces en la ciudad no le queda de otra más que robar, pero sobre todo no creo que sea gente necesitada, sino que de eso viven”, compartió.

Mencionó que algunos de los sacerdotes, en donde ha habido robo de bienes, realizaron las denuncias ante las autoridades correspondientes, para que se realicen las investigaciones.

Ante este panorama, compartió que han tenido que blindarse y los párrocos implementaron medidas de precaución, como la instalación de cámaras de videovigilancia incluso contrataron veladores para hacer frente a los malhechores, “han tomado distintas acciones según nuestras posibilidades”, refirió.

Hace más de un mes, dos sujetos irrumpieron la Iglesia de la Inmaculada Concepción en Agua Blanca de Iturbide, quienes sigilosamente entraron al templo con gorro y cubrebocas para no ser identificados, para tratar de abrir una alcancía de limosnas, forzando la caja.

Agregó que en Hidalgo se presentó un incremento en la inseguridad y la violencia, por lo que consideró que se requiere de políticas públicas efectivas para atender esta problemática social que aqueja a la población.

Compartió que desde que dio inicio la actual administración que encabeza Julio Menchaca Salazar tuvieron reuniones y apeló porque dirijan todos sus esfuerzos para que la población pueda vivir en paz y con más seguridad.