Con la frase “Fuera Osvaldo”, “Fuera Sterponesi” y un asterisco gigante en la roca que está al centro de la pirámide de la Zona de Monumentos Arqueológicos de Huapalcalco luce la pirámide del sitio.
El Sol de Tulancingo realizó un recorrido al sitio y comprobó que estas pintas que fueron denunciadas en redes sociales son ciertas.
Al respecto, Alejandro Barragán, vocero de la AC Niebla y Tiempo, AC encargada de realizar activismo en pro de la Zona Arqueológica, lamentó lo sucedido, pero dijo desconocer el o los presuntos culpables.
El pasado viernes 22 de diciembre, personal del Sindicato Nacional Democrático de Trabajadores de la Secretaría de Cultura y Sindicato Nacional de Profesionistas Investigadores de la delegación Hidalgo, específicamente los pertenecientes a Tulancingo, se manifestaron de manera pacífica en contra de las supuestas injusticias laborales que enfrentan por sus superiores.
Los manifestantes que se plantaron en la entrada a la Zona de Monumentos Arqueológicos de Huapalcalco, informaron que, aunque estas condiciones inadecuadas en las que trabajan aquejan a todo el personal del estado, en específico en Tulancingo, las han externado de todas la maneras posibles, pero hasta la fecha no han sido atendidas.
Denunciaron que su jefe inmediato, Osvaldo Sterponesi, sí ha acudido a las oficinas de Tulancingo, pero no nunca para entablar una mesa de diálogo sobre las necesidades laborales, más bien para “cuestiones políticas”.
El mismo viernes pero en la tarde se vislumbró uno de los fenómenos más significativos y recientemente descubierto en la Zona de Monumentos Arqueológicos de Huapalcalco, en Tulancingo. Se trató de la iluminación con los rayos del sol de la única cueva que hay en el sitio, hecho que solo sucede una vez al año.
Previo al bello espectáculo natural dentro de la cueva que llaman “Cueva del Tiempo”, porque se cree que ahí se detiene, un grupo de hombres y mujeres practicantes de la medicina ancestral realizaron diferentes rituales para honrar al padre sol y todo lo sagrado que ofrece la madre naturaleza.
Entre las actividades que desarrollaron este grupo de personas que estaban a pie de la pirámide, se realizaron diferentes danzas, cantos, agradecimientos y ofrendas para los diferentes dioses prehispánicos.
Una vez que se terminaron estos rituales y los rayos del sol comenzaron a bajar, las personas que acudieron al sitio comenzaron con la caminata entre las rocas para llegar al espacio rocoso; en el camino la vista lucía maravillosa, pues se podía observar todo el Valle de Tulancingo entre tonos dorados, anaranjados y amarillos.