El arzobispo de la Arquidiócesis de Tulancingo, Domingo Díaz Martínez, visualizó un inicio del 2023 complicado en cuanto al ambiente social, político y económico debido a la violencia que se ha desatado en el país.
Ante este escenario, compartió que la misión de la Iglesia es orar y evangelizar para transformar a la sociedad de manera que el mundo sea un lugar mejor y pacifico para habitar y señaló que las autoridades tienen la responsabilidad de hacer su trabajo.
“El ambiente social, político y económico está confuso y complicado todo aquello por la violencia. No hay propuestas claras de las autoridades, en fin… pero nosotros seguimos haciendo lo nuestro, orar y evangelizar porque las autoridades tienen lo suyo y ojalá que lo hagan”, acentuó.
Destacó que los hidalguenses han manifestado su fe y aseguró que tiene la esperanza que el escenario de inseguridad en el país cambie.
“La gente que cree, ora y evangeliza a su manera, pero lo hace, esperemos que esto mejore y lo tenemos que mejorar entre todos, no esperemos que lo mejore el Ejército o la Guardia Nacional”, dijo.
Aconsejó a la sociedad a cooperar y hacer lo propio, respetar a la persona, sus derechos y hacer la lucha de vivir en paz y bien.
También, expresó su consternación ante la narcoviolencia que se desató en Culiacán, tras la captura de Ovidio Guzmán, líder de Los Chapitos, una de las fracciones del Cártel de Sinaloa.
“¿Qué podemos hacer ante la narcoviolencia?, pedirle a Dios, porque esa es nuestra arma y tenemos dos armas para enfrentar esta situación, en lo político, en lo económico y por la violencia. es la oración y la evangelización”, reiteró.
Refirió que los delincuentes y narcotraficantes hacen que funcionen sus armas por eso matan, roban y asaltan, por eso dijo que la iglesia también tiene que hacer funcionar sus armas para lograr la paz.
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Aunado a ello, informó que en breve se reunirá con el mandatario hidalguense Julio Menchaca Salazar para entablar un diálogo, “yo entiendo que hasta ahorita el gobierno está abierto al diálogo”.
A poco más de cien días de administración, opinó que el gobernador le ha “echado ganas” y dijo que el interés de la Iglesia es que se impulse el bien común apoyando especialmente a las familias que viven en situación de vulnerabilidad.
“Hay muchas personas de más arriba que están en contra de lo que nosotros pensamos, pero a nosotros eso no nos importa, lo que queremos es que apoyen e impulsen el bien común”, finalizó.