Vecinos del Barrio de El Arbolito piden que se le de atención a un inmueble ubicado en la calle de Reforma número 1103 esquina con Peñuñuri, el cual, debido a las inclemencias del tiempo de tantos años, está en riesgo de caer; a pesar de que ya fue evaluado por elementos de Protección Civil de Pachuca desde principios de agosto de este año, los habitantes del lugar siguen a la espera de que se haga algo con él, antes de que presente un riesgo mayor.
“La situación es que aún no viene el dueño o el apoderado legal, entonces nadie hace nada, y mientras la casa sigue ahí cada vez más agrietada, presentando riesgo para todos los que pasamos por aquí”, contó María Epigenia Rojas, vecina del sitio.
Las afectaciones que Protección Civil notó en el inmueble de dos niveles, son bastante visibles; parte de los aplanados de la fachada colapsaron sobre la calle de Reforma, los acabados de los muros interiores se han desprendido y la humedad ha afectado a la mayoría de la propiedad, lo que ha propiciado en gran parte, la aparición de grietas.
Esta situación afecta no solo a los vecinos, a los transeúntes o a los vehículos, sino que además, es un riesgo para los indigentes que a veces ingresan a pernoctar en él e incluso a los visitantes que hacen recorridos turísticos: “Esta es una de las calles principales y Peñuñuri es la más grande de todo el barrio, la gente pasa a diario hasta para los recorridos de los visitantes y la verdad sí tenemos miedo de que colapse”, explicó Rojas.
Hay más propiedades con deterioro en la zona
En el informe que emitió Protección Civil, del cual El Sol de Hidalgo tiene una copia, se informa que esta propiedad no es la única deteriorada, por lo que detectaron que la estructura del inmueble de un costado, con el número 1104, abandonada y también ruinosa, presenta mayor afectación estructural debido a una fractura en la esquina de la fachada, colindante con la calle de Peñuñuri, así como múltiples afectaciones en el interior y fachada por la presencia de erosión biológica (ramas de árboles).
“Ya tiene así bastante tiempo, se fueron cayendo los pedazos de poco en poco y lo único que hemos hecho es barrerlos y hacerlos a un lado, se han robado las puertas y ya no sabemos qué hacer, nos dicen que solo queda esperar, pero espero que no sea demasiado tarde, también les hemos dicho a los muchachos y a las personas en situación de calle que no entren, pero no hacen mucho caso”, finalizó la vocera vecinal.