TULA DE ALLENDE, HGO.-Vecinos de siete calles del centro de esta ciudad están molestos porque desde hace cinco meses no funcionan alrededor de sesenta lámparas públicas, luego que ocurrió la pasada inundación y las averió.
A pesar de que han solicitado insistentemente el apoyo de autoridades municipales para que las arreglen a la brevedad posible, ya que por las noches y madrugadas las céntricas arterias lucen como “boca de lobo” y representan un riesgo de inseguridad para decenas de familias, hasta la noche del pasado martes, no habían enviado a personal a instalar nuevas lámparas.
El representante vecinal, Nicolás Díaz López, expresó ayer al respecto, que además otras lámparas públicas que aún sirven se encuentran en pésimo estado, tras ocurrir la contingencia el pasado seis de septiembre del año anterior.