El 27 de junio la iglesia católica celebró a la Virgen del Perpetuo Socorro, la cual es representada mediante la advocación de la virgen María con el niño Jesús en brazos y dos Arcángeles a los lados, por lo que se recordó a los feligreses que en esta imagen, existen elementos que hacen referencia a la Pasión de Cristo.
Las imágenes religiosas están plagadas de diversos simbolismos, algunos de ellos son bastante notorios y otros difíciles de interpretar, por ello, la revista Desde la Fe, difundió que la advocación de la Virgen María representada en esta imagen, tiene elementos de la Pasión de Cristo, los cuales se pueden observar en las manos de los Arcángeles, Miguel y Gabriel, los cuales, llevan una lanza y un madero que sostiene una esponja, así como una cruz y los clavos, respectivamente.
El Niño Jesús, por su parte, sentado en la mano izquierda de su madre, le toma con sus dos manos la mano derecha y dirige la mirada temerosa al Arcángel Gabriel, visión que representa que es “fiel a su condición mortal, un susto comprensible, que además de hacerlo estremecer, le provoca hacer un movimiento brusco para buscar la protección de su Madre y aferrarse fuertemente a sus manos”, se lee.
De igual modo, en el niño Jesús se ve una sandalia que cuelga de su pie izquierdo, la cual se ha desatado, elemento que es interpretado como, “el último pecador que se aferrará a Nuestro Señor Jesucristo para alcanzar su perdón”.
De acuerdo a la historia religiosa, esta Virgen tomó la fama de ser milagrosa desde el siglo XV, cuando un mercader la robó de una iglesia y al navegar por el mar Mediterráneo ocurrió una tempestad, lo que obligó a los pasajeros a venerarla y posteriormente, tenerle mucha fe, por haberlos salvado.
La imagen fue llevada a la iglesia de San Mateo en Roma, donde comenzó a ser venerada por los Agustinos y coronada luego en Polonia por Juan Pablo II en 1999, por lo que diversos feligreses se han encomendado a ella para su protección.