TULA DE ALLENDE, Hgo. Más de treinta y cinco años ininterrumpidos lleva J. Merced Arteaga Martínez haciendo a mano diversas artesanías a base de piedra, cemento, barro y hueso para poder mantener a su familia que vive en la colonia El Tesoro de esta ciudad.
Tanto él como otros artesanos de la Plaza de las Artesanías de Tula, donde tiene un pequeño local, les han bajado las ventas hasta un setenta por ciento a causa de la pandemia del Covid-19.
Aun así, dijo Merced Arteaga, saca fuerzas diariamente para trabajar desde temprana hora y hasta entrada la tarde, y elabora con cincel y martillo sus artesanías con figuras de atlantes, chacmool, conchas de caracoles, cuerno de toro y venado, calendarios aztecas, cráneos de barro, guerreros toltecas y piedra de basalto.
“En este noble oficio no hay descanso pues trabajo todos los días del año y gracias a él, he podido sacar adelante a mi familia compuesta por mi esposa María de Lourdes Montoya Mejía y mis dos hijos Ivonne Patricia y Fabián Arteaga Montoya” indicó el entrevistado, de 55 años de edad y vecino de la Avenida Tollan esquina Quetzalcóatl, en la 16 de Enero El Tesoro.
Aseguró que aprendió a elaborar manualmente artesanías en piedra y otros materiales, hace más de tres décadas, gracias a sus cuñados Oswaldo Montoya Mejía y Fernando Alcántara.
Merced Arteaga señaló que la actual contingencia sanitaria si ha afectado económicamente a los artesanos de dicha plaza, ya que ahora llegan pocas personas al lugar situado en la céntrica calle Zaragoza para adquirir alguna artesanía.
“Lo poquito que sale es para la pura comida de la casa pues vamos al día. Gracias a Dios nunca me ha dejado sin comer a mí ni a mi familia a pesar de la crisis económica que actualmente atravesamos a causa de la contingencia actual” dijo, por último, el informante.