TULA DE ALLENDE. “Sentí una impotencia porque llegó la descarga de agua del Río Tula de forma sorpresiva y en ese momento escuché gritos de desesperación de vecinos y todos unidos apoyamos para sacar primero a bebés, niños y ancianos y personas que están imposibilitados porque utilizan silla de ruedas, bastones o andaderas para andar. Fue una noche que nunca se me va a olvidar”.
Así se expresó, ayer, la sexagenaria Lilia Villeda Vaca, quien tiene su domicilio en la calle Tres Culturas, de la colonia 16 de Enero El Tesoro, de esta ciudad, y quien vivió en carne propia la inundación del pasado lunes por la noche.
La mujer de edad avanzada añadió que el agua del río primeramente tapó el primer piso de casas situadas cerca de la ribera del manto acuífero y en algunas alcanzó hasta el segundo nivel de los inmuebles de la zona.
“Eran como las 10 y media de la noche del lunes cuando mis familiares y yo nos dimos cuenta que el nivel del agua comenzó a subir rápidamente y en la calle pasaban flotando objetos como son sillones, tinacos, tanques de gas, garrafones, bolsas con pañales y esta situación nos sorprendió mucho”, señaló.
Lilia Villeda afirmó que de inmediato ella y su hijo Luis Alberto Almaraz Villeda y su nuera rápidamente se pusieron a salvo y se salieron por la azotea de su vivienda brincando hacia el campo de futbol contiguo. Aseguró que perdió todos sus muebles de su hogar, entre ellos, refrigerador, sala, camas, roperos, estufa y comedor.
Solicitó, a través de este medio, a las autoridades de las tres esferas de gobierno que se toquen el corazón y ayuden pronto a todas las personas afectadas por las torrenciales lluvias aquí.
Mientras que Laura Díaz Callejas, vecina de la calle Xochiquetzal del mismo sector habitacional, precisó que minutos después de las 10 de la noche del pasado lunes, su hija Laura Sujey Villeda Díaz le habló que estaba subiendo mucho el nivel del agua del río Tula, que se encuentra a un costado de su vivienda.
“Todo fue tan rápido que mis familiares y yo comenzamos a sacar lo que pudimos de nuestras pertenencias, sin embargo, el agua afectó mi comedor, estufa y otros muebles de la casa. Solo alcance a sacar el refrigerador y varios colchones”, indicó la informante.
Expresó la mujer que se fueron a resguardar en la casa de uno de sus hermanos, Juan Manuel, quien vive en la parte alta de dicho sector de la ciudad de Tula, ya que sintieron temor al ver tanta agua.
“Somos cinco familias que habitamos con niños en un mismo terreno aquí y siento mucha tristeza pues con tanto sacrificio uno se hace de sus cosas y en un rato se pierde casi todo. Gracias a Dios estamos vivos mi familia compuesta por mi hija, yerno, nieto de nueve años de edad y también mi esposo”, dijo Laura Díaz.
Finalizó diciendo que fue algo sorprendente lo que ocurrió durante la noche del lunes y hasta la madrugada de ayer pues nadie pensaba lo que iba a ocurrir, a pesar de que hace catorce años pasó una situación similar pero que no se compara con esta última.