Volcanes de la región de Tulancingo

Abraham Ascencio

  · domingo 23 de agosto de 2020

Volcanes dormidos como La Paila y Las Navajas ofrecen paisajes espectaculares desde sus más de 3 mil metros sobre el nivel del mar | Abraham Ascencio 

De acuerdo con el anuario estadístico y geográfico de Hidalgo del 2015, el valle de Tulancingo se encuentra inmerso en la subprovincia de Lagos y Volcanes del Anáhuac, donde grandes elevaciones dormidas custodian nuestro entorno.

De la zona, el municipio de Singuilucan es el que se encuentra a mayor altura, con información de la Dirección General de Geografía y Medio Ambiente; este municipio está a 2 mil 634 metros sobre el nivel del mar y alberga la tercera elevación natural más alta de la entidad, La Paila.

Este volcán dormido se encuentra a 3 mil 200 metros sobre el nivel del mar, solo por detrás de La Peñuela y el Xihuingo, este último muy cerca, y utilizado como observatorio astronómico en la época prehispánica.

La paila está compuesta por estructuras volcánicas, originadas hace tres millones de años, y se formó en un mismo evento junto con el volcán El Molcajete.

A pocos kilómetros, enclavado en el corazón de Epazoyucan, se ubica Las Navajas, cuarta montaña más alta de Hidalgo, compuesta de obsidiana y abasteció a todo el Anáhuac, de esta materia prima.

En Tulancingo, el cerro del Tezontle, en el corazón de la ciudad, es una prueba que da cuenta de la actividad volcánica de la zona.

Así mismo el “Pizarrín”, mina de obsidiana explotada durante mucho tiempo, y que aún provee de material.

Otras elevaciones importantes son el Yolotl en Cuautepec, El Salado y La Campana en Santiago Tulantepec y Napateco, La Mesa y el Huiztle en Tulancingo.

Actualmente el cráter de La Paila, es un parque ecoturistico, y fue declarada geositio por la UNESCO, con lo que se une a la lista con lugares como la presa El Cedral, El Panteón Ingles, Las Navajas, Los Prismas Basálticos y el ex Convento de San Andrés Apóstol, en Hidalgo.

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