Zacahuil proviene del náhuatl zacahuili que significa zacate o con sabor a zacate, es el nombre que recibe un tamal de gran tamaño que se prepara con maíz martajada, carne de cerdo, pollo o guajolote, salsa de chiles y especias de la región huasteca; su cocción es en horno de leña o texcal, un horno que se cava para especialmente para este platillo de origen prehispánico que, conforme algunas historias, era el castigo para agresores sexuales y, que en la actualidad es parte del carnaval y el Xantolo, entre otras fechas comunitarias.
¿De dónde viene el zacahuil?
El origen del platillo típico de la huasteca hidalguense se remonta a la época prehispánica, donde los ubican las crónicas de Fray Bernardino de Sahagún en la "Historia General de las cosas de Nueva España". Además, era un alimento provisto de un significado religioso que se consumía en fechas significativas y ritos dedicados a deidades y el ciclo de la fertilidad.
¿Cuál es la historia del zacahuil?
En el caso del zacahuil, un tamal de gran tamaño, las historias de su origen no son tan benévolas, ya que una de ellas relata que el ingrediente principal para su preparación era la carne violadores y agresores sexuales. Todo comenzó en el mandato de Moctezuma cuando un mayordomo encargado del cobro de tributos abusó de jóvenes vírgenes en diferentes regios, al enterarse el monarca lo castigo con la muerte y el uso de carne en un tamal ceremonial para alimentar a sus víctimas; el sacrificio se repitió por varios años.
Otra versión es que la carne con la que se preparaba el tamal envuelto en hojas era sí de carne humano, pero de enemigos de guerra que eran vencidos, la similitud es el canibalismo como parte de la tradición.
La mayoría de las historias sobre este alimento coinciden en su relación con la muerte, pero en el caso de Arturo Gómez Martínez narra que el mito se ubica en el origen de la humanidad cuando las deidades prehispánicas pidieron un sacrificio, así que los primeros habitantes de la tierra sacrificaron a un guajolote. La preparación de esta ave fue con ingredientes de la región y fue envuelto en hojas de plátano y palma para simular una mortaja; lo sepultaron y al día siguiente lo extrajeron, así cocinaron un zacahuil que dejó satisfechos a los dioses.
Actualmente el zacahuil es parte de las fiestas comunitarias de la sierra y la huasteca hidalguense, además de que su consumo es popular en algunos mercados y su presencia en fiestas importantes como el Carnaval y Xantolo.