Antes de demandar por la vía jurídica a la inmobiliaria del fraccionamiento Qvalta por dotar de agua sucia a quienes habitan la zona, pedirán a los dueños de la empresa Crimsa que instalen un potabilizador en el pozo y cumplan los requisitos para que la Comisión de Agua y Alcantarillado de Sistemas Intermunicipales (Caasim) reciba el acuífero, informó Fernando Molina Santos, presidente del Comité vecinal de la Privada Portobello.
Luego de que fue uno de los que bloqueó el anterior domingo el bulevar Felipe Ángeles como parte del Comité de Fraccionamientos del Sur y fueron atendidos por funcionarios de la Caasim, tuvo una reunión el miércoles 13 de marzo donde trataron el punto de que en sus hogares el vital líquido llega color “café”.
A la cita, recordó, llegaron con los resultados de un análisis de laboratorio, que les costó a los colonos 15 mil pesos, en el cual se demuestra que el agua está contaminada, “no hay metales pesados”, pero sí la presencia de “pedazos fecales” y bacteria Vibrio cholerae, causante del cólera, aunque no en parámetros que pongan en riesgo la salud.
“El agua no cumple con la Norma Oficial Mexicana, NOM-127-SSA1-2021” y en la misma reunión, se precisó que tampoco a la Caasim se reúnen los requisitos para recibir el pozo Viñedos II para su administración y operación, cuando los de Crimsa les habían dicho que eran los de Caasim quienes estaban incumpliendo.
Esta situación anómala lleva seis a ocho meses, cuando los de Crimsa les cambiaron la dotación del agua del pozo Viñedos I al II, lo que afectó a los de Portobello, aproximadamente 300 familias, estimó.
Los de Caasim les informaron que una forma fácil de corregir esa suciedad es instalando un potabilizador, costo de 10 millones de pesos, el cual mediante oficio se lo exigirán a Crimsa, que en caso de negarse, no descartó que entonces procedan a denunciarlos por el riesgo latente a la salud de los que compraron vivienda en Qvalta, la mayoría de la Ciudad y Estado de México, “que buscamos un lugar tranquilo para vivir”.
Fernando Molina acudirá con los otros representantes vecinales, de las Privadas de Volterra, Calabria y Venecia para que sumen a la petición a la inmobiliaria, “no buscamos problemas, pero reaccionamos así porque nos prometieron y nos deben cumplir con un lugar para vivir tranquilos para nuestros hijos”.
Caasim por su parte, les entregará un oficio en el cual les informará que no ha recibido el pozo Viñedos II y los motivos.
Todavía falta que soliciten la intervención de la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios de Hidalgo, para saber si por el tiempo que llevan usando esa agua sucia estén o vayan a desarrollar algún tipo de problema en la salud de los que habitan el fraccionamiento Qvalta, comentó.