En San José El Quebrado en la comunidad de San Pedro Tlalquilpan, Zempoala, van varias generaciones que padecen la falta de agua porque ni la Comisión de agua y alcantarillado de sistemas intermunicipales (Caasim) ni el gobierno municipal introducen la red para abastecer los depósitos que llevan aproximadamente tres décadas sin usarse, señaló Mitzi Arredondo Vázquez, integrante del Comité Vecinal donde viven 150 personas.
Con 29 años de edad, dijo que entre sus vecinos hay una decepción acumulada con el paso del tiempo, de que algún día reciban el servicio en su domicilio; ella creció sin en abasto.
Antes de la pandemia del Covid-19, introdujeron tubería para que llenara los tanques de almacenamiento, pero al parecer son de PVC y no resistieron la presión ni el paso de maquinaria pesada pues reventaron; hoy piden que se concluya con tubería de buen material durable y resistente.
Hay un tanque que se llena con lo que cargan 10 pipas con agua, ese se encuentra cerca de su casa, que bien daría abasto a los 150 habitantes, y hay otro que es de menor capacidad contiguo al preescolar y primaria de Conafe, el cual llenaría al anterior, pero les dijeron en Casim que es inviable.
La Presidencia Municipal les envía pipas cada dos o tres meses y les llena sus depósitos, obviamente no alcanza, y por ejemplo, Mitzi y su pareja invierten de 900 a mil pesos para que una pipa les surta del vital líquido que les dura dos meses, pues tienen hijos; además reciclan el agua para el sanitario o regar.
El Comité Vecinal tienen una misión el miércoles 22 de noviembre a las 12 horas, en la reunión que sostendrán con funcionarios de Caasim y el gobierno municipal: consolidar una obra que introduzca la red de agua y acabar con que “se echan la bolita entre Caasim y el municipio” para llevarles el vital líquido.
La reunión será en la entrada a la mina El Arenero, por donde pasan los tubos de al parecer PVC del malogrado proyecto municipal, “para que ahí mismo nos digan cómo se van a repartir los trabajos”, indicó la ama de casa.