“Lamentablemente no se están produciendo los avances que se esperaban, seguimos sin saber qué es exactamente lo que pasó con los estudiantes”, expone sobre el caso Ayotzinapa Mercedes Doretti, directora para Centro y Norteamérica del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).
En entrevista con El Sol de México, Doretti señala que a 10 años de la noche de Iguala, el paradero de 40 de los 43 normalistas de Ayotzinapa sigue siendo una incógnita. Reconoció que al inicio de la administración de Andrés Manuel López Obrador, hubo avances pero éstos se vieron truncados por presiones del gobierno, hecho que compara con lo que ocurrió con el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI).
“La causa tuvo una serie de avances importantes hace varios años con el nombramiento de un nuevo fiscal, pero fiscal en septiembre del 2023 decidió renunciar ante distintas presiones que recibió e intromisiones en su trabajo por parte del gobierno”, explica.
“Eso significa un retraso muy grande y algo parecido sucedió también con el grupo independiente interdisciplinario de expertos, el GIEI Ayotzinapa, que también decidió retirarse del país y de la investigación el año pasado por toparse con una serie de trabas que ya no podía superar para que la investigación avanzara”, agregó.
La antropóloga forense considera que uno de los avances es que el gobierno de México reconoció el caso Ayotzinapa como un crimen de Estado y no obstante, contrapone que “seguimos sin tener total información de quiénes son los responsables y definitivamente de qué es lo que ha pasado con los estudiantes”.
Destaca además el trabajo del exfiscal del caso Ayotzinapa, Omar Gómez Trejo, quien “en parte de su investigación se dedicaba no solamente a tratar de establecer responsabilidades sobre los hechos y buscar a los estudiantes, sino también había abierto toda una investigación sobre el encubrimiento de lo sucedido por distintas agencias del estado, tanto fuerzas de seguridad, el ejército y las distintas instancias de justicia que participaron originalmente en la investigación”.
“Lamentablemente, como en otros casos también de violaciones a los derechos humanos, además del crimen está el tema del encubrimiento o el tratar de fabricar una versión que no se ajusta a la verdad”.
Ayer, en su conferencia matutina el presidente López Obrador reconoció que, a días del cierre de su sexenio, no se lograron los avances esperados en el caso Ayotzinapa. En un tercer y último informe se la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa (Covaj), el mandatario sostiene su postura para exculpar a las Fuerzas Armadas de su participación en la desaparición de los 43 estudiantes.
El EAAF es una organización científica y de derechos humanos que surgió en Argentina con el fin de identificar los restos humanos de cientos de personas desaparecidas duranre la dictadura argentina. Su trabajo data de hace 40 años y se ha extendido a otros países. En México, fuer una de las organizaciones que investigaron desde el inicio el caso Ayotzinapa.
“El rol del EAAF en la investigación sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa es como peritos de las familias. En ese sentido, desde el 2014, o sea desde hace 10 años, acompañamos a las familias como peritos en ciencias forenses en distintas investigaciones que se han realizado hasta la fecha”, detalla Doretti.
“Nuestro rol ha sido el de una voz técnica, independiente, forense, acompañando a las familias y también dando a conocer nuestra opinión ante la opinión pública”.
Lee más: AMLO admite que no avanzó en el caso de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa
La especialista narra que en 2014 se estableció una versión de los hechos conocida como “verdad histórica”, que fue presentada por el exprocurador General de la República, Jesús Murillo Karam -actualmente en prisión domiciliaria- y arropada por el expresidente Peña Nieto. Sin embargo, esgrime:
“Esta versión de los hechos no se coincide con las distintas investigaciones que realizamos, tanto nosotros como Equipo Argentino de Antropología Forense, como otras investigaciones independientes, fundamentalmente aquella realizada, que es de las más profundas, por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes, el GIEI Ayotzinapa, que fue enviado al país por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos”.
“Ha sido una lucha realmente por tratar de establecer exactamente qué es lo que ha sucedido y separar de la investigación aquellos elementos que no tienen un sustento, ni en la evidencia que se tiene, ni en todo lo que se conoce, y que tienen más bien una intención de encubrimiento más que de llegar a la verdad de los hechos”.
Mercedes Doretti recordó que en una década únicamente se han identificado los restos de tres de los 43 estudiantes desaparecidos entre la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre de 2014. Dos de las identificaciones se ocurrieron este sexenio.
La integrante del EAAF concluye que la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa forma parte de un contexto que se extiende a miles de personas desaparecidas en México. De acuerdo con datos de la organización de investigadores y periodistas A dónde van los desaparecidos, en los últimos tres sexenios hay más de 115 mil personas de quienes se desconoce su paradero y existe un rezago forense se 72 mil 100 cuerpos sin identificar.
“De manera que la situación realmente sobre derechos humanos es muy grave y en aumento, lamentablemente, desde el 2006 hasta la fecha”, remata.