GAZA. Los muertos palestinos en poco más de diez meses de ofensiva militar de Israel en la Franja de Gaza superaron los 40 mil, además de unos 10 mil cuerpos desaparecidos bajo los escombros.
El día marca un “hito sombrío para el mundo entero”, estimó el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk.
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“En promedio aproximadamente 130 personas han muerto cada día en Gaza durante los últimos diez meses. La magnitud de la destrucción de casas, hospitales, escuelas y lugares de culto por parte del ejército israelí es profundamente impactante”, declaró Türk.
“El día de hoy marca un hito sombrío para el mundo entero. La población de Gaza llora a 40 mil palestinos muertos”.
“Esta situación inimaginable se debe en gran parte a los incumplimientos recurrentes de las fuerzas de defensa israelíes a las normas de la guerra”, afirmó.
Los muertos gazatíes se situaron en los 40 mil 005 -incluidos más de 16 mil 400 menores- tras sumar 40 fallecidos por ataques israelíes en las últimas 24 horas, según el Ministerio de Sanidad.
El portavoz de la Secretaría General de la ONU, Farhan Haq, dijo que la cifra de 40 mil muertos se “superó probablemente hace semanas o meses” debido al elevado número de personas desaparecidas que no están siendo contadas.
Los heridos en 314 días de guerra ascienden a 92 mil 401 tras registrar 107 nuevos heridos que llegaron en la última jornada a los hospitales de la Franja, donde más de 2 millones de personas, casi la totalidad de su población, está desplazada por los combates.
El gobierno de Hamas asegura que 36 personas -la mayoría niños- han muerto de hambre y que hay otros 3 mil 500 menores en riesgo por desnutrición ante las restricciones a la entrada de ayuda humanitaria; y que 175 centros de refugio, como escuelas, centros médicos o mezquitas, han sido atacados por las fuerzas israelíes.
Además, 12 mil heridos deben viajar al extranjero para ser atendidos; 10 mil pacientes con cáncer y otros 3 mil con otras patologías enfrentan la muerte y necesitan tratamiento en el extranjero; mientras hay más de 1.7 millones de gazatíes con enfermedades infecciosas por hacinamiento en los centros de desplazados sin condiciones de higiene.
En tanto, ayer dieron inicio en Doha las conversaciones para lograr un alto el fuego en Gaza y un acuerdo de liberación de rehenes, y se reanudarán hoy.
Las negociaciones tuvieron un “comienzo prometedor”, aseguró Estados Unidos que, junto a Qatar y Egipto, media para poner fin a al conflicto.
Sin embargo, el canal de noticias egipcio Al Qahera News TV citó fuentes informadas sobre las conversaciones que dijeron que los desacuerdos entre las partes siguen siendo grandes.
Los informantes, que pidieron no ser identificados, indicaron que durante las reuniones de ayer Israel y los mediadores revisaron el borrador para el acuerdo sobre Gaza y presentaron cambios, mientras que también abordaron los detalles sobre como implementar el pacto.
La delegación israelí incluye al jefe de espionaje David Barnea, al jefe del servicio de seguridad nacional Ronen Bar y al jefe de rehenes del Ejército Nitzan Alon. Funcionarios de Hamas no participaron en las conversaciones del jueves.
Estados Unidos envió al director de la CIA, William Burns, y principal asesor del presidente estadounidense para asuntos de Oriente Medio, Brett McGurk; mientras que la mesa de negociación la completan el primer ministro y ministro de Exteriores de Qatar, Mohamed bin Abderrahmán, y el jefe de la Inteligencia de Egipto, Abás Kamel.
Israel, mientras tanto, insistió en su asalto a Gaza. El Ejército israelí mantuvo su ofensiva terrestre en Rafah y Jan Yunis, en el sur del enclave, así como en ciudad de Gaza y en la zona centro; además de llevar a cabo ataques aéreos diarios por todo el territorio, más de 30 en las últimas horas.
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El Ejército israelí dijo que había eliminado a más de 17 mil terroristas en diez meses de guerra con Hamas.
En una declaración emitida en Telegram, Hossam Badran, miembro del politburó de Hamas, afirmó que la continuación de las operaciones israelíes constituía un obstáculo para avanzar hacia un alto el fuego.
