Uno de los adolescentes que participó en la fuga de El Michoacano, el mes de diciembre de 2021, fue sentenciado a una pena de prisión de un año un mes y un año de libertad asistida, esto al haber sido procesado por los delitos de evasión de presos agravada y homicidio calificado en grado de tentativa.
La jueza especializada en materia de Adolescentes, Lilia Alamilla González, avaló el procedimiento abreviado al que el muchacho se sometió y consideró que el joven participó junto con adultos en un grupo que facilitó la fuga de “El michoacano” y otras ocho personas como coautor y autor emergente.
La función del adolescente el uno de diciembre de 2021, consistió en dar la orden de tirar los llamados “ponchallantas”, objetos con forma de estrellas metálicas picudas que llevaban en cuatro cubetas, ello con la finalidad de impedir que las unidades de Seguridad Pública obstaculizaran la fuga de las personas que se encontraban en el CERESO de Tula.
Dentro del expediente 57/2021 consta que la jueza también sentenció al adolescente al pago de daños por la cantidad de seis mil pesos a favor de las víctimas, que fueron tres, por lo que a cada una corresponden la cantidad de dos mil pesos.
De acuerdo con las entrevistas del agente del ministerio público, el adolescente fue contratado por dos personas, entre ellas, una joven de 16 años, quién le dio los detalles de cómo y cuándo llegar a Tula, ya que él es originario del Estado de México, manifestando que la ayuda que le estaba solicitando era para la fuga de unos reos.
Asimismo, en las declaraciones obtenidas por el Ministerio Público destaca que se reclutó a aproximadamente 25 personas para llevar a cabo la evasión de nueve reos precisamente en el Cereso de Tula.
Posterior a ser reclutados, fueron contactados por otra persona la cual ubican por el alias de “Rabias”, quien los llevó a un hotel que está en el Estado de México, y que ahí estuvieron un tiempo mientras fueron trasladados al otro hotel ubicado en Hidalgo.
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El día de la fuga, aproximadamente a las 23:00 horas, llegaron personas a su cuarto las cuales les dieron uniformes de militar camuflados, con botas, armas y chalecos antibalas, les proporcionaron armas R15, y cerca de las 4:00 horas del uno de diciembre derribaron el zaguán del Cereso para facilitar la fuga de “El Michoacano”, persona que hace unos días fue reaprehendido.