Recostado en su cama, con el rostro cubierto de sangre y en su mano empuñando un revólver, fue localizado un jovencito, quien se supone, se quitó la vida por decisión propia y por motivos que solo él sabía.
Su padre descubrió la desgarradora escena y dio aviso a la policía con la esperanza de que el joven solo estuviera inconsciente, pero no, en realidad ya no respiraba y no había nada que hacer para reanimarlo.
El suceso tuvo lugar en un domicilio de la colonia Santa Jacoba, en el municipio de Ajacuba, donde uniformados llegaron tras un reporte de emergencias. En el sitio tomaron contacto con un hombre llamado Julio, quien les mencionó que al entrar al dormitorio de su hijo lo encontró recostado sobre la cama y con una lesión en el cuello.
Los paramédicos que acudieron confirmaron la muerte del sujeto como consecuencia de una herida producida por proyectil de arma de fuego. El artefacto todavía estaba empuñado a la mano del ahora extinto.
El lugar fue evacuado para que personal forense de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH) levantara las diligencias pertinentes y se deslinden responsabilidades si es que se trata de un suicidio. Esa es la línea de investigación que llevan las autoridades.