Por defender a la mamá de su homicida, Eduardo perdió la vida a causa de una cuchillada en el cuello que le reventó la vena carótida y la yugular.
En junio de 2017, Eduardo convivía con José y otros amigos en el lugar conocido como “El Atorón”, en Pachuca; ya entrada la madrugada, cerca de las 2:00 de la mañana, la madre de José bajó de su habitación para pedirles a los invitados que ya se retiraran porque su hijo ya estaba ebrio y cuando eso ocurría se ponía impertinente.
Ante la petición para sus amigos, José enfureció y quiso golpear a su madre, entró a defenderla Eduardo y a querer calmar a su amigo, pero fue inútil y para evitar que le pegara lo encerraron en una habitación.
Ofuscado, José tomó un cuchillo, derribó la puerta de la habitación, y en el primer contacto clavó el cuchillo a Eduardo a la altura del cuello.
Eduardo no perdió la vida de manera inmediata, estuvo en el hospital durante cuatro meses, pero tras dos paros respiratorios y diversas convulsiones, en octubre falleció.
Dichos hechos fueron narrados por el agente del Ministerio Público, quien logró una sentencia anticipada para José por un tiempo de 16 años y 8 meses, así como una penal multa de cerca de 18 mil pesos.
Entre las pruebas que sirvieron para llegar a esa sanción destaca la declaración de la madre de José, quien reconoció que Eduardo solo la quiso defender y su hijo le enterró el cuchillo.