La directiva del equipo de futbol de Tercera División profesional, que milita actualmente en Tulancingo, informó al público en general que la continuidad de este equipo está garantizada, aunque no sea con el nombre de la franquicia “Chaco Giménez”, cuyos derechos fueron adquiridos por José Antonio Ávila Campos, en mayo de 2018.
Lo anterior, debido a que un centro de formación con dirección en Zaragoza, Estado de México, y nombrado también como “Cefor Chaco Giménez Tercera División”, demeritara las pruebas y visorías que el club hidalguense realizó recientemente en distintos lugares del país, asegurando que dichas pruebas nada tienen que ver con la institución mexiquense y el ex futbolista del Cruz Azul.
El comunicado detalla que, Ávila Campos, además de adquirir dicha franquicia, también gestionó y cubrió las deudas que ésta tenía con la Federación Mexicana de Futbol, además de las cuotas y sanciones que dicha federación o al Comisión Disciplinaria impusiera.
En el texto se revela que, pese a la inversión aproximada de un millón y medio de pesos, hasta el momento, se pretende despojar de los derechos adquiridos al club que radica en Tulancingo.
“Como lo acreditamos en la carta de derechos de fecha 21 de enero de 2019, donde consta que nosotros podemos realizar todos los trámites administrativos, así como lo contable y financiero de la franquicia ante la Federación Mexicana de Futbol; es por ello que se nos hace injusto que ahora nos llamen defraudadores, siendo ellos los que están actuando en contra de lo estipulado en el contrato, razón por la cual nosotros estamos actuando legalmente”, señala el comunicado.
En la publicación de este comunicado, a través de sus redes sociales, la directiva asegura que, con o sin el nombre de “Chaco Giménez”, habrá continuidad al equipo de Tercera División Profesional.