PACHUCA, Hgo. (OEM-Informex).- “En realidad no puedo recordar cuándo, ni cómo comenzó a girar toda nuestra vida alrededor del huachicol. Hace como tres años, primero comenzamos a comprar gasolina y de ahí a venderla. Aquí de uno u otro modo, todos le entraron a eso porque era un asunto de justicia social. Luego, esto se convirtió en una pesadilla. Pasó lo de la explosión del ducto en enero, para que le cuento. Dura lección”.
Así recuerda Lorena, una joven vecina de la colonia El Cerro de la Cruz, de Tlahuelilpan, cómo el fenómeno delictivo del robo de hidrocarburo de los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) se hizo presente en sus vidas, se enquistó en la vida cotidiana y dio paso a una creciente violencia que casi a diario cobra la vida de una persona en la zona sur del estado.
Rosario una mujer adulta mayor vecina de Anaya, comunidad perteneciente al municipio de Tepetitlán coincide con Lorena en que el huachicol le trajo fortuna a muchas familias que no tenían nada.
“Lo vimos como una oportunidad al principio. Algunos compraron carro, otros levantaron casa o pusieron sus negocitos. Pero también a muchos esto les vino a joder la existencia porque ahora andan matando a los que andaban en la venta de la gasolina. A nosotros nos mataron un jovencito, que no la debía, apenas andaba ahí. Su mamá está inconsolable”, narró Rosario.
En tanto que Alma una joven, casi niña, vecina de la comunidad de Achichilco comparte que su novio fue asesinado meses atrás, refiere que tenía poco de salir, ambos provienen de una familia dedicada al campo. Vida de la que, comenta, no quieren saber los jóvenes de Tezontepec de Aldama.
“Andaba volado con lo que ganaba. No pensó que podían matarlo. No lo creyó, porque él solo andaba ahí avisando. Era chico, no debían matarlo”, contó con pesar Alma.
EXPLOSIVO CRECIMIENTO
Alcaldes entre ellos los de Tezontepec de Aldama Pedro Porras y de Tlahuelipan Juan Pedro Cruz Frías, así como jefes policías coinciden que el robo del combustible en la región Tula- Tepeji desde hace cuatro años, tuvo un explosivo crecimiento, sobre todo en sitios donde la población se implicó en la ilícita actividad, escudados en el argumento de que no se cometía delito alguno.
“Porque los hidrocarburos son del pueblo”, la tesis que repiten.
El director de Seguridad Pública de Tula, Fermín Hernández explica que en el caso de la región Tula la actividad prosperó, sobre todo, en una especie de corredor que va desde la refinería Miguel Hidalgo en línea hacia el municipio de Tepetitlán, pasando por Tula y Tezontepec de Aldama.
Cuestionado sobre qué incidió para que las comunidades se involucraran en el robo de combustible, dijo que es algo que están estudiando, y que es complejo, pues hay un tema si económico, pero va más allá.
“Notamos que, por ejemplo, en Santa Ana Ahuehuepan, esta actividad detonó porque vecinos se involucraron, pero además, porque a esa comunidad tradicionalmente expulsora de hombres a los Estados Unidos, de pronto comenzaron a regresar los braceros y a quedarse. Pero también llegaron muchos hombres de otros estados, con la finalidad de dedicarse al robo de hidrocarburo”, explicó Fermín Hernández.
Refirió que las personas dedicadas al huachicoleo utilizaron la actividad agrícola o la prestación de servicios para “camuflajear” su actividad y establecerse en el pueblo.
Al respecto hay que señalar que según versiones policíacas, el líder huachicolero que recientemente fue asesinado apodado El Talchas”, era oriundo de Puebla y se avecindó en Santa Ana Ahuehuepan para crear una red dedicada a la extracción, trasiego y almacenamiento de combustible robado.
SE ACUMULAN LOS MUERTOS
Un fenómeno similar al que se registró en Santa Ana Ahuehuepan se dio en otras comunidades de los municipios de Tezontepec de Aldama y Tepetitlán, lo que detonó en 2018 pleitos, entre quienes controlaban los distintos tramos de los ductos de Pemex, según han establecido las corporaciones policiacas.
“Contabilizamos que entre los hombres asesinados, hay cinco de los líderes de mayor jerarquía, uno de ellos apodado “La Parca”. Pero rápido alguien toma su lugar”, aseguró un jefe policiaco.
Y respecto a si los carteles, como los Zetas o el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) llegaron a asentarse en la zona para controlar la extracción de combustible, todos los jefes policiacos entrevistados, entre ellos el de Tlahuelipan Javier Cortés, señalan que no hay evidencia de ello, lo que también ha sostenido en varias ocasiones el Secretario de Seguridad Pública del estado Mauricio Delmar.
“Yo creo que solo aprovechan la fama de esos Carteles para tratar de intimidar a sus adversarios pero no hay grupos del crimen organizado en esta zona, se trata de ajusticiamientos locales”, explicó un director de la policía.
Explicó también el jefe policiaco que el repunte en los asesinatos relacionados con este ilícito en la región Tula- Tepeji, que de enero a mayo alcanzó la cifra de 71, es derivado de la falta de cumplimiento a compromisos adquiridos, por los hoy occisos, cuando el huachicoleo estaba en su apogeo.
“Tras el cierre de seis oleoductos principales, especialmente vulnerables a las tomas ilegales, ordenado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, los huachicoleros ya no tienen acceso a recursos, porque la ordeña de ductos ya se acabó, entonces ya no tuvieron para pagar los vehículos, propiedades, maquinaria o equipo que adquirieron y por eso los han matado” dijo el entrevistado.
AHORA BUSCAN ROBAR TRENES
Los directores de seguridad y los alcaldes Pedro Porras, y Juan Pedro Cruz han señalado que como el huachicoleo se acabo casi en su totalidad, porque hay una intensa vigilancia sobre los ductos, ahora quienes se dedicaban a esa actividad están robando en casas habitación y automóviles, pero también están intentando atracar el tren, buscando alguna entrada de dinero.
El Secretario de Seguridad Pública de Tula dijo que la empresa Kansas City les ha expresado su preocupación respecto a que se han incrementado los robos al tren, por lo que están trazando un plan para desalentarlos.