En marzo de este año se inauguró el puente atirantado que pasa por el bulevar Luis Donaldo Colosio en la intersección con el Felipe Ángeles, una obra que supuestamente daría mayor movilidad vial, situación que al momento se ha visto adversa, pues desde su apertura se han registrado innumerables accidentes de tránsito, casi uno por día.
Los percances son en la parte baja de esta construcción, específicamente en la Glorieta Miguel Hidalgo o conocida también como la “24 Horas”, donde anteriormente había semáforos y hoy estos prácticamente desaparecieron.
Con base a reportes de la policía estatal y municipal de Pachuca, al menos se contabiliza un promedio de un incidente diario en esa vialidad, pues ante la falta de señalización aunado a la carencia también de cultura vial, son constantes las colisiones.
Las líneas peatonales están marcadas en todos los extremos, empero, no hay un semáforo que permita a los peatones avanzar con seguridad, poniendo también en riesgo su integridad física.
El puente atirantado tiene 530 metros de largo y 198 de ancho, iluminación LED y áreas verdes, previo a su apertura, tanto autoridades estatales como especialistas aseveraron que era un puente demasiado funcional.
De acuerdo con los Reglamento de Tránsito, quien circula por una glorieta tiene prioridad al paso, por lo que es necesario detenerse y entrar cuando sea correcto. Si existe semaforización o señalamiento que determine cómo circular 1x1, es esencial aplicarlo.
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Las recomendaciones para circular en una glorieta son: disminuir la velocidad al acercarse y durante un cruce, prestar atención a todos los señalamientos, ceder el paso a peatones y otros vehículos; señalizar todos los movimientos con las luces del auto.