Existen actualmente en integración seis quejas ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo (CDHEH) por presuntos actos violatorios de derechos humanos dentro del Centro de Reinserción Social (Cereso) de Tulancingo. Los más comunes son los referentes a torturas, golpes y tratos denigrantes.
Sin embargo, la más reciente se dio por oficio ante el organismo autónomo derivado de la muerte de una persona privada de su libertad, la cual, fue localizada ahorcada en su celda. Esto consta en la queja con número de expediente CDHEH-TB-0008-24.
Esta queja, como las cinco restantes, se encuentra en integración y en su momento se emitirá la resolución para determinar si hubo o no violaciones a derechos humanos. De acuerdo con los testimonios y familiares, los principales responsables de cometer estos actos son servidores públicos bajo su figura de custodios o directivos de los penales, en este caso señalando a las autoridades del penal de Tulancingo.
En la segunda semana de enero de este año, se reportó a la policía del estado sobre el hallazgo sin vida de una Persona Privada de su Libertad (PPL) procesada por secuestro agravado en el Centro de Reinserción Social de Tulancingo, informó la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH).
El sujeto fue localizado sin signos vitales colgado por el cuello del marco de la puerta, dentro de la Galera número 2 de sentenciados, sitio al que arribó personal ministerial de la Procuraduría para dar inicio a la carpeta de investigación correspondiente y deslindar responsabilidades.
El ahora fallecido ingresó al Centro de Reinserción Social de Tulancingo, Hidalgo desde el 28 de noviembre del 2023, relacionado con un proceso penal por secuestro agravado cometido en el municipio de Acatlán y de manera extraoficial se reveló que se habría quitado la vida como consecuencia de depresión, estrés y malos tratos presuntamente por parte de la directora del Cereso Tulancingo.
Traslado Incierto, de Tenango a Pachuca
Previo a este suceso, en el año 2023, murió un hombre que si bien se encontraba preso en Tenango de Doria, colindante con la región del Valle de Tulancingo, podría ser una víctima más de actos impunes y violatorios a los derechos humanos dentro de la prisión.
En este caso, según consta la querella con número (NUC) 12-2023-11379 el joven de nombre Andrés fue aprehendido hace más de cuatro años señalado de supuestamente cometer un robo en la carretera Pachuca-Ciudad Sahagún y canalizado a Tenango de Doria, porque ahí tenía su domicilio.
“Lo encerraron por un señalamiento que nunca se comprobó y desde que ingresó a la cárcel sufrió golpizas por parte de custodios que seguramente obedecían órdenes de otras personas que pagaban por maltratar a mi hijo”, narró la madre del occiso al ser entrevistada y agregó que en repetidas ocasiones su vástago le comentó que lo querían matar.
Ahí pasó cuatro años y tres meses encarcelado fue entonces que el pasado lunes 10 de julio de 2023 fue canalizado al Cereso de Pachuca, sin previo aviso a sus familiares, según relatan, pues ellos se enteraron hasta que tuvieron contacto con él, quien dijo que desde Tenango a Pachuca lo trasladaron desnudo y bajo constante maltrato físico por parte de los custodios.
Fue al día siguiente cuando se notificó que Andrés fue sacado del penal de Pachuca hacia el Hospital General de Pachuca debido a que supuestamente fue lastimado en una riña; horas más tarde perdió la vida derivado de las lesiones.
El caso se turnó a la unidad de homicidios del Centro de Operaciones Estratégicas (COE) de la Procuraduría estatal, sin embargo, no hay una clara resolución para informar sobre la muerte del hombre, que además motivó incluso una manifestación en el penal de Pachuca para exigir justicia a las autoridades.
Cereso en la Mira
Debe recordarse que en enero de este año, unos días después de revelarse la muerte de un interno, la Secretaría de Seguridad Pública de Hidalgo realizó un cateo sorpresa al Cereso de Tulancingo, donde fueron asegurados 67 dosis de hierba seca con características de la marihuana; variedad de pipas; más de cien encendedores; 48 cargadores; 288 objetos punzocortantes incluyendo desarmadores y martillos.
Además se decomisaron diversos chips telefónicos; 51 memorias USB; seis paquetes de papel para forjar cigarrillos; ocho adaptadores, memorias SD y 87 bocinas.
Aunado a ello, la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo (CDHEH) reveló en su último diagnóstico penitenciario que la cárcel de Tulancingo es una de las que cuentan con hacinamiento, pues resulta que alrededor de 199 personas privadas de su libertad duermen incluso en el suelo.